Abengoa anuncia un recorte de empleo de hasta 500 trabajadores

La empresa sevillana sigue negociando con sus acreedores un acuerdo para evitar la quiebra

En el marco de los duros ajustes pactados con sus acreedores, la endeudada compañía sevillana Abengoa anunció el martes planes para reducir su plantilla en España en hasta un 10%, lo que podría suponer el despido de hasta 500 personas.

La entrada de la sede corporativa de Abengoa en Sevilla, el Campus Palmas Altas. REUTERS

La entrada de la sede corporativa de Abengoa en Sevilla, el Campus Palmas Altas//REUTERS

«La compañía reacciona de esta manera a la ralentización de sus actividades como consecuencia de la situación que atraviesa y continúa avanzando así con su proceso de racionalización y adaptación de su estructura organizativa», dijo en una nota de prensa.

Abengoa, que antes de la crisis financiera que se desató a finales del año pasado llegó a contar con cerca de 25.000 trabajadores, dijo que su plantilla actual supera las 17.000 personas, de las cuales 5.000 trabajan en España.

Según una carta, remitida a los trabajadores por los máximos directivos de la compañía Antonio Fornieles y Joaquín Fernández de Piérola, la compañía reconoce que se trata de una «decisión difícil, pero absolutamente necesaria para ser más eficiente y avanzar hacia una nueva estructura, más ajustada al volumen de negocio previsto en el plan de viabilidad».

«Resulta necesario recorrer este camino hacia la nueva Abengoa, en la que llevamos trabajando tan intensamente tantos meses», ha aseverado la empresa, que recuerda los ajustes ya efectuados y las medidas de reducción de gastos, entre ellos la implicación societaria, reducción de consejos y posiciones directivas, optimización de viajes, ajustes de sistemas e infraestructura de informática y móvil, así como la potencial reubicación de diversas oficinas e instalaciones de la compañía en algunos países donde opera.

Abengoa sigue inmersa en un complejo proceso de reestructuración financiera y operativa para alejar definitivamente la amenaza de la quiebra.

En abril, logró in extremis que el juzgado ante el que se declaró en preconcurso cuatro meses antes avalase la prórroga acordada por la empresa y sus principales acreedores financieros para ganar más tiempo para reestructurar la deuda. Ahora, la compañía tiene hasta el 28 de octubre para conseguir que al menos las tres cuartas partes de sus acreedores rubriquen un acuerdo global de reestructuración para una deuda cercana a los 9.500 millones de euros.