Ada Colau y Tania Sánchez: «Delegar la política nos ha llevado al desastre generalizado»

‘Diagonal’ y ‘Arainfo’ conversan con Ada Colau, impulsora de Guanyem Barcelona, y con Tania Sánchez, ganadora de las primarias abiertas de IU en la Comunidad de Madrid.

El 26 de noviembre tenía lugar en el Centro Cívico Estación del Norte de Zaragoza una mesa redonda que clausuraba las jornadas para repensar la ciudad Imaginaz, organizadas por el centro social y librería La Pantera Rossa. Diagonal entrevistó conjuntamente a dos de sus participantes, dos figuras políticas que están tomando parte activa de diferentes procesos de “recuperación de las instituciones” por parte de la ciudadanía.

– En esta apuesta institucional se percibe una desactivación de las movilizaciones sociales. Si llegáis a la gestión de los centros de poder y toma de decisiones, ¿cómo imagináis la presencia y capacidad de incidencia de las movilizaciones sociales en vuestras políticas?

ADA COLAU: Estamos hablando de una crisis que, más que económica, es una crisis de régimen, de formas de hacer política. Delegar la política y dedicarse a votar cada cuatro años nos ha llevado al desastre generalizado. Hay una reflexión que va más allá de los movimientos sociales, es una reflexión del conjunto de la ciudadanía, que ha tomado conciencia de forma traumática de que delegar la política ha llevado a la privatización de la política, a la confusión de los intereses privados con los públicos, a las puertas giratorias, a la corrupción generalizada. No debemos delegar nunca más, la democracia no se hace sola, no es un punto de llegada como nos vendieron en un cierto relato de la Transición, sino que es un punto de partida y un gerundio permanente, y si no, no hay democracia.
No es una opción, si no hay protagonismo ciudadano no hay democracia. Esto no quiere decir que todo lo antiguo no sirva, pero es evidente que hay que renovar las formas de hacer política y que los partidos que ha habido hasta ahora –algunos fuertemente responsables del desastre como el PP y el PSOE, con la ayuda inestimable de CIU– y el propio sistema de partidos son insuficientes como forma de participación política.

Tania Sánchez: «No terminamos de definir qué significan unas nuevas instituciones en un marco institucional global complicado»

Hace falta algo más que eso, y en ese algo más, ante una situación de democracia secuestrada, de unas instituciones al servicio de unos pocos y en contra de las mayorías, hay un ciclo de empoderamiento ciudadano, de impulso de candidaturas ciudadanas o de renovaciones dentro de partidos más clásicos que pretenden –pretedemos– recuperar las instituciones para ponerlas al servicio del bien común. Pero también hay un aprendizaje colectivo en positivo: no basta con ganar las elecciones. Si tienes que enfrentarte a grandes poderes fácticos como el financiero, que ni siquiera es estatal sino transnacional, a grandes multinacionales con tentáculos en el poder judicial y mediático, que están saqueando nuestros recursos y usurpando la democracia, eso no lo vas a lograr sólo ganando las elecciones, sino con una ciudadanía movilizada antes, durante y después de las elecciones.

No son dos cosas separadas. Sólo con fuertes contrapoderes ciudadanos y con una ciudananía vigilante, implicada y comprometida, se va a poder ganar de verdad y conseguir cosas. Pongo un ejemplo: el día después de las elecciones, si hay una mayoría de varias de las formaciones que están planteando ahora un cambio radical, ¿creemos que con una mayoría parlamentaria se van a poder recuperar todas las viviendas vacías en manos de los bancos y de los fondos buitres, y ponerlas en alquiler social? Nos lo van a impedir como sea, nos van a boicotear y ­criminalizar, así que sólo si hay una ciudadanía movilizada que esté exigiendo que esa agenda se cumpla, podremos transformar la realidad.

TANIA SÁNCHEZ: Una de las claves fundamentales de la fractura del régimen es que se asume –tanto desde la gente que hemos estado más vinculada a instituciones como la que no– que esta división entre movimientos sociales e instituciones debe repensarse y redefinirse. Esto determina construir una nueva cultura política. Para mí esto es la clave de la crisis del régimen. Hay que entender que la idea de movilización ciudadana deja de ser una protesta ante alguien a quien le reclamas que cambie una posición por la presión ­social, para ser una actividad constante que tenga la capacidad de transformar las instituciones, que no han caído del cielo, sino que son fruto de una realidad social que se construye colectivamente de una manera progresiva. El hecho de que toda la política del país se haya articulado en torno a la mediación partidista responde a determinados modelos y ha consolidado un determinado comportamiento en la vida cotidiana.

Ada Colau. //Fotografía: Álvaro Minguito

Ada Colau: «La democracia no se hace sola, no es un punto de llegada como nos vendieron en un cierto relato de la Transición»

La clave de la movilización ciudadana del día siguiente a las elecciones es comprender que ése es el salto. No es ni una movilización en términos de vida paralela a otros espacios institucionales –como ha pasado a veces con algunos movimien­tos–, ni es una movilización en términos de reclamar al poder que cumpla con determinadas obligaciones. Es un nuevo concepto de movilización, de implicación en la vida cotidiana para transformar la lógica insti­tucional. Esta­mos hablando de una transformación muy gorda y muy apasionante. Aunque creo que hay un problema y es que colectivamente nos estamos obsesionando con el tema electoral –se gana o no se gana– y no terminamos de definir qué significan unas nuevas instituciones en un marco institucional global muy complicado. No estamos en los 90 ni en los 2000 con una Europa metiendo dinero a destajo, estamos en un momento muy jodido para el país.

A.C.: Yo distinguiría la obsesión con lo electoral de la importancia de lo electoral. Creo que es momento de darle importancia a lo electoral. Las cosas no pasan porque sí. Estamos en guerra y la vida de la gente está en peligro. Por eso mucha gente que jamás nos hemos planteado el tema de las instituciones ahora lo estamos haciendo. Yo vengo del activismo social y había descartado el paso a lo institucional. Si ahora mucha gente nos estamos preocupando por lo electoral no es porque hayamos llegado a la conclusión de que no sirve para nada movilizarse, que sería la lectura fácil de los grandes medios, del PP y del PSOE. Hacer organización social es más necesario que nunca, pero también nos tenemos que ocupar de las instituciones, porque la vida de la gente está en peligro. No nos estamos planteando este tema por capricho, ni por ambiciones personales u otras cuestiones más banales, sino porque la gente está muriendo por los desahucios masivos, por el paro masivo, por el hambre… Por eso hablamos de lo electoral como hablamos. Me parece importante situar eso. Si no parecería una frivolidad. Dicho esto, no se va a ‘ganar’ sólo ganando unas elecciones, y esa reflexión debe acompañar todo este proceso y ser consecuentes. Desde Guanyem Barcelona ha habido mucha conciencia de esto desde el primer momento. Lo que intentamos –y seguro que será imperfecto y nos equivocaremos, nadie es infalible– es buscar un espacio de confluencia donde la gente debe ser la protagonista.

Tania Sánchez. // Fotografía: Juan Martín Zarza

¿Qué mecanismos más allá de las elecciones van a permitir que la gente sea la protagonista de los procesos de cambio?

T.S.: Lo que pasa es que hay un elemento intermedio que a mí siempre me preocupa en este proceso, por eso hablo de obsesionarnos con lo electoral. La lógica que hemos heredado determina un dentro de la institución –partidos–, un fuera –movimientos– y un intermedio –gente– que a veces ignora los procesos de ambos, que a veces participa y otras no. Ese espacio intermedio es el que al final va a determinar mayorías y minorías. Lo que va a transformar el modelo no se mueve exclusivamente en las claves de unos u otros, ni en la unión de ambos… Mucha gente está en su casa rompiendo el pensamiento hegemónico. Esa ruptura cultural y política es la clave de la transformación. Pero implicar a esa gente para poder iniciar el proceso de transformación requiere de una mayoría electoral que a veces no se va a determinar en los marcos de pensamiento y valores que se mueven ni en las instituciones, ni en los movimientos ni en la suma de los dos. Y eso a mí sí me obsesiona. Ser capaces de ganar para vencer.

D.: En el programa de televisión Salvados Ada Colau hablaba de la necesidad de “feminizar la política” refiriéndose a la necesidad de otras prácticas más colaborativas y menos competitivas, sin figuras salvadoras ni superhéroes con respuesta para todo…

T.S.: Cuando las organizaciones políticas no necesitan regirse por las reglas democráticas para funcionar generan dinámicas muy complejas de poder masculinizado. Y eso hay que modificarlo. Esto tiene que ver con muchos elementos de la democratización de la política. Hay que romper esa lógica de un líder que tiene soluciones para todo. La parte más elemental de construcción de un modelo distinto de relacionarse en la política pasa por modelos más cooperativos y discursivos donde haya más gente participando.

Tania Sánchez: “La parte más elemental de un modelo distinto de política pasa por modelos más cooperativos, donde participe más gente”

A.C.: Creo que en esta crisis cultural y de valores, la ciudadanía está dándose cuenta de que el individualismo, la competitividad, el consumismo forman parte del problema común, donde el sistema se ha sustentado en un modelo económico capitalista y patriarcal, del que parti­cipamos todos y todas, y que nos ha llevado al carajo.

Ahora hay una ciudadanía más abierta que nunca para buscar nuevos referentes y prácticas. Ahora mismo hay una oportunidad que hay que aprovechar, porque la ciudadanía no sólo lo está pidiendo, sino que lo está experimentando, y va muy por delante de las instituciones y los partidos. Esto es una de las cosas que más esperanzas me da, no es una utopía. Muchas venimos ya de muchas prácticas acumuladas que nos han enseñado que sí se puede, que no es una ilusión óptica, sino una práctica concreta que nos ha permitido paralizar miles de desa­hucios o impulsar una economía solidaria que está creciendo sin ningún tipo de apoyo ni ayuda mientras cierran un montón de empresas privadas, un tejido cultural que está buscando otras vías para expresarse, un montón de periodistas que están creando cooperativas porque sin derecho a la información no hay democracia. Ahí también se ve la crisis de régimen. La ciudadanía va muy por delante en detectar los problemas, en saberlos analizar y por lo tanto en dar respuestas. En esto vemos un protagonismo de las mujeres que claramente anticipa hacia dónde queremos ir. La PAH ha tenido un protagonismo de mujeres como no he conocido en ningún partido ni en ningún sindicato ni movimiento social.

Están cambiando las prácticas. Cuando se crean espacios de empoderamiento real, horizontales, donde se generan herramientas para que cada cual sea protagonista, hay colectivos muy dispuestos a aprovecharlos para adueñarse de sus vidas y dar respuestas a sus necesidades. Lo hemos aprendido del feminismo hace mucho tiempo: frente a un poder vertical, jerárquico y masculino que impone órdenes de arriba a abajo, funciona mucho mejor –no sólo es más justo y bonito– una autoridad colaborativa y relacional, donde la autoridad te la dan y te la quitan, y no se impone. Esto está dando frutos y está permitiendo conseguir cosas que parecían imposibles, cosas que las instituciones están siendo incapaces de conseguir, como obligar a los bancos a negociar. Pero un sistema patriarcal y una cultura machista no se acaba en dos días. Sin embargo, hay indicios de que la ciudadanía está más abierta que nunca a buscar esas nuevas prácticas que pasan por lo que podemos llamar “feminizar la política”.

Vídeo: Conversaciones con Ada Colau y Tania Sánchez en ‘Voces por el cambio’

Lo que vamos a ver ahora mismo, no es una entrevista al uso, ni una mesa redonda, ni tan si quiera un debate. Es todas y ninguna de las opciones a la vez. Son dos medios libres, Diagonal y Arainfo, representados por dos periodistas que deciden hacer, en el mismo momento, una entrevista a dos de las mujeres vinculadas a la izquierda, en partido político y en movimiento social, más mediáticas del momento. Tania Sánchez y Ada Colau.

Entrevistarse con las dos a la vez, supuso en un principio un reto, y terminó siendo un verdadero placer. Escuchar a dos mujeres, de gran lucidez, esgrimir sus argumentos, relajadas, pero sin evitar temas complicados, con auténtico realismo y con gran facilidad de palabra, es agradable siempre para quien pregunta.

En la entrevista hay momentos de convergencia y de diferencias entre movimientos más ciudadanistas y partidos políticos ya existentes. Hay también momentos en los que diferentes maneras de comprender la sociedad salen a relucir. Sin embargo, se intuye un ambiente de afinidad entre movimientos y una urgencia por romper con el status quo capitalista.

Ambas lideran, Tania desde hace unas pocas horas, procesos políticos de asalto a lo institucional. Una ficha movida hacia la victoria electoral, y una victoria que abra espacios comunes con la población dentro de las instituciones y que desde ellas sean capaces de dotarlas otra vez del poder que durante los últimos años han sido despojadas por parte de las grandes empresas.

La conversación ha girado en torno al asalto institucional, a la movilización social, al giro necesario en la forma de hacer política, y la mayor participación ciudadana en la misma. Una entrevista imprescindible en el momento político actual.


Noticia: arainfo.org/2014/12/conversaciones-con-ada-colau-y-tania-sanchez-en-voces-por-el-cambio/