Altsasu se vuelca con los jóvenes acusados de terrorismo: «La justicia se tambalea»

Una gigantesca movilización recorre las calles de esta localidad navarra en solidaridad con los imputados por la reyerta de octubre pasado con dos guardias civiles de paisano. En el acto, los participantes mostraron su indignación ante las elevadas penas de cárcel solicitadas esta semana por la Fiscalía.

Imagen de la cabecera de la manifestación que ha recorrido hoy las calles de Altsasu. /DANILO ALBIN

Hace exactamente un año, Adur volvía a atarse el pañuelo rojo al cuello y se preparaba para un nuevo encierro en Sanfermines. Sin embargo, esta vez no habrá carrera por la calle Estafeta, ni risas con los amigos, ni abrazos con su madre. Este joven de Altsasu lleva desde noviembre en la cárcel de Aranjuez, acusado de “terrorismo” por una pelea de bar. Este viernes, miles de personas salieron a la calle para pedir proporcionalidad, respeto y, sobre todo, justicia.

La gigantesca movilización ha sido el punto final de una semana agitada, de esas que las madres y padres de los imputados difícilmente olvidarán. El pasado martes, el fiscal de la Audiencia Nacional, José Perals, solicitó un total de 375 años de cárcel contra ocho imputados por la pelea nocturna del pasado 15 de octubre en un bar de Altsasu, en la que se vieron involucrados dos guardias civiles fuera de servicio.

Tres de los acusados –Adur Ramírez de Alda, Ohian Arnanz y Jokin Unamuno- continúan en prisión provisional bajo el severo régimen FIES, aplicado habitualmente en los casos de internos acusados de terrorismo. De esta manera, los jóvenes navarros reciben actualmente el mismo trato penitenciario que los procesados por yihadismo.

Concentración de familiares y amigos de los encausados en la Plaza de los Fueros. /PADRES DE ALTSASU

Concentración de familiares y amigos de los encausados en la Plaza de los Fueros. /PADRES DE ALTSASU

“He hablado con él esta semana. Me ha dicho que todo esto es tan esperpéntico que quizás mucha gente despierte y vea la realidad de este caso”, señaló a Público Bel Pozueta, la madre de Adur. La vida de esta mujer cambió radicalmente desde que su hijo empezó a ser señalado una y otra vez por los medios de prensa, que les atribuyeron las mismas intenciones que ahora utiliza el fiscal para solicitar las duras penas de cárcel: el supuesto seguimiento de unas directrices de ETA, lo que –según esa teoría incriminatoria- les habría llevado a pelearse con los dos agentes un sábado a las cinco de la mañana, lo que se saldó con lesiones leves y un escándalo gigante.

Una de las madres: «Nos parece todo tan irreal y absurdo que a veces nos cuesta creer que realmente esté pasando»

“Nos parece todo tan irreal y absurdo que a veces nos cuesta creer que realmente esté pasando”, comentaba Bel mientras la manifestación avanzaba a paso lento por las calles de esta ciudad. El recorrido se hizo en silencio, entre miradas cómplices y gestos de apoyo hacia los familiares. No hubo consignas, salvo la que se leía en la pancarta: «Altsasu no es terrorismo».

“A veces parece que todo esto avanza como si hubiese un guion ya escrito”, comentaba a Público otro de los familiares durante la marcha. Detrás suyo había, según los organizadores, casi cinco mil personas.

«Pedimos una sola cosa: el derecho a la presunción de inocencia, a un juicio con todas las garantías procesales»

De esos mismos miedos volvieron a hablar al final del acto. Fue entonces cuando se repitió la misma imagen de anteriores movilizaciones: una vez más, las madres y padres volvieron a situarse en el corazón de una Plaza de los Fueros desbordada por miles de personas para transmitir su valoración de los acontecimientos. «No pedimos impunidad ni, simplemente, ponerse de nuestra parte. Pedimos a la sociedad, a las instituciones, organizaciones y colectivos de distinto signo una sola cosa: el derecho a la presunción de inocencia, a un juicio con todas las garantías procesales», dijeron.

En ese sentido, las madres y padres advirtieron que la justicia se «tambalea» ante el caso de sus hijas e hijos. «Todo el pueblo se sentará en el banquillo», destacaron por su parte desde la asamblea creada para apoyar a estos jóvenes.

El reclamo que se escuchó este viernes en Altsasu volverá a sentirse durante los Sanfermines. El próximo miércoles 14, día en el que se cumplirán ocho meses de los encarcelamientos, habrá una concentración en Pamplona. Ese respaldo popular ya se sintió durante el txupinazo, cuando aparecieron pancartas que pedían la libertad de los detenidos. Al menos esta vez, las cámaras de los grandes medios no pudieron evitarlo.

Etiquetado con: