El barco saudí que cargó granadas en Santander puso en riesgo la seguridad de la zona

El ‘Bahri Jazan’, que atracó el pasado miércoles para llevarse 40 contenedores con explosivos, cometió graves infracciones, según un informe elaborado por activistas antimilitaristas.

Imagen de archivo del buque saudí 'Bahri Jazan' entrando en el puerto de Bilbao. LUIS ARBIDE

Imagen de archivo del buque saudí ‘Bahri Jazan’ entrando en el puerto de Bilbao // LUIS ARBIDE

Hay huellas difíciles de borrar. El barco de Arabia Saudí Bahri Jazan, que esta misma semana atracaba en Santander para cargar 40 contenedores de granadas, ha dejado uno de esos rastros inolvidables, y no precisamente por los lazos establecidos con los autóctonos. De acuerdo a un informe elaborado por la plataforma La Guerra Empieza Aquí, durante la carga del armamento se produjeron distintos incumplimientos legales que incluso pusieron en peligro la seguridad de la zona.

Según consta en el documento al que ha tenido acceso Público, una de las irregularidades está en la hoja de ruta. A principios de semana, oficialmente figuraba como siguiente escala el puerto de Génova, en Italia, “cuando en realidad iba rumbo a Santander”. Ahí empiezan los problemas. “Entró en dicho puerto con el sistema AIS (que permite la geolocalización del barco) desconectado, lo que supone una infracción muy grave, además de una situación de riesgo considerable. Lo desconectó a 8 millas de la bocana y lo volvió a conectar casi 4 horas después, ya amarrado en puerto”, señala el documento. Según confirmaron fuentes portuarias, se trata de una infracción muy grave que puede acarrear hasta 120.000 euros de sanción.

Al comprobar esta situación, desde la plataforma La Guerra Empieza Aquí hubo una llamada a José David Carracedo, Diputado de Unidos Podemos, para pedirle que se pusiera en contacto con Salvamento Marítimo. “En primera instancia dijeron que todo estaba correcto, pero posteriormente admitieron que había irregularidades sin precisar más”, añade el informe, en el que se destaca “la presumible presencia de gran cantidad de mercancías con muy alto grado de peligrosidad en el buque, la complejidad de la entrada al puerto de Santander, la cantidad de tráfico marítimo en el mismo y la cercanía a zonas habitadas”.

Los autores de este estudio sostienen que no es la primera vez que ocurre algo así con los buques saudíes que llegan al Estado español a cargar armas. “De hecho, por lo que se ha podido comprobar, este es el procedimiento habitual de los buques de esta naviera, tal como se ha reportado en los puertos de Bilbao y Santander en múltiples ocasiones, además de en el puerto de Cerdeña, tal como documenta The New York Times en su documental How did bombs made in Italy kill a family in Yemen?’», subraya.

Del mismo modo, advierten que el barco evitó atracara en “el punto más alejado y aislado posible de núcleos habitados”, lo que implica otra infracción del reglamento. Destacan además que “se exigen una serie de distancias mínimas y de superficies para realizar la carga que, dadas las características del muelle utilizado, parece complicado que se hayan respetado”.

Por la noche

La situación se agrava al tratarse de un “caso especial de explosivos”, tal como define el artículo 24 del Real Decreto 145/1989. Allí se establece que “cuando en un puerto se carguen o descarguen periódicamente explosivos” que superen “los 400 kilogramos por escala, la designación del lugar del puerto especialmente apartado donde se efectuarán las operaciones, con independencia de la existencia de los atraques habilitados para mercancías peligrosas, será realizada por el Ministerio de Defensa a propuesta razonada del organismo portuario”. En tal sentido, el informe estable que debería aclararse también este punto.

También advierten sobre otra falta cometida por el barco: las operaciones con explosivos, sólo pueden efectuarse con luz diurna, incluyendo su partida del puerto.

“Según fuentes presentes en el lugar, el buque abandonó el puerto a las 6:50 de la mañana, antes de amanecer. Por un lado sólo está permitido cargar con luz diurna, y por otro, en cuanto se carga el último contenedor, el barco debe abandonar el puerto. Al menos una de estas dos premisas fue incumplida, es posible que ambas”, señala el documento.

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