El Gobierno dinamita su reforma de las pensiones a cambio del apoyo del PNV a los Presupuestos

  • Los nacionalistas vascos pactan con Rajoy que todas las pensiones suban según el IPC este año y el próximo, además de retrasar hasta 2023 la aplicación del coeficiente que recortará las prestaciones según la esperanza de vida
  • El Ejecutivo mantiene la mejora del 3% para las pensiones mínimas incluido en el proyecto de cuentas del Estado

El portavoz del PNV, Aitor Esteban y el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, en el centro de la imagen // J.C. HIDALGO

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha sellado un acuerdo con el PNV para superar la primera votación en el Congreso de los Presupuestos de 2018 a cambio de una subida de las pensiones al ritmo del IPC y de retrasar la aplicación del factor de sostenibilidad hasta 2023. Así lo ha revelado el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, quien ha informado de que este martes el jefe del Gobierno se reunió con el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, y que este mismo miércoles se cerró el compromiso.

Según ha explicado, a cambio de ayudar al PP a rechazar las enmiendas de totalidad contra los Presupuestos, el Gobierno ha aceptado la propuesta del PNV de subir todas las pensiones un 1,6% este año y el próximo, en línea con la previsión de inflación del Ejecutivo para el ejercicio en curso, así como aumentar la base reguladora de las pensiones de viudedad al 56% este año y al 60% en 2019, y retrasar a 2023 la aplicación del factor de sostenibilidad, informa Europa Press.

La subida de las prestaciones de viudedad es una medida a la que el Gobierno estaba obligado desde la reforma de las pensiones de 2011, pero que suspendió año tras año hasta incluirla en el proyecto de Presupuestos que ahora se tramita en las Cortes, en el límite del plazo que le imponía la ley. El factor de sostenibilidad, un coeficiente que recortará la cuantía de la pensión en función de la esperanza de vida de cada generación, fue establecido en la reforma de 2013 y debería entrar en vigor en 2019. Ahora, el Ejecutivo pretende demorar su aplicación cuatro años.

De esta forma, prescindiendo durante dos años del Índice de Revalorización de las Pensiones (IRP), al ligar la subida de las pensiones los dos próximos años al IPC, y retrasando el factor de sostenibilidad cuatro años, el Gobierno dinamita las dos medidas estrella de la reforma de 2013, que aprobó en solitario en el Congreso.

Cuando Mariano Rajoy compareció el pasado 13 de marzo en el Congreso para hablar sobre las pensiones, tras las protestas de los jubilados en toda España, el presidente fue contundente a la hora de afirmar que no daría marcha atrás en ninguna de las dos últimas reformas, la de 2011 cuando aún gobernaba el PSOE, y la de 2013 que elaboró el PP. También recalcó que la subida de las pensiones no volvería a vincularse al IPC, el mecanismo utilizado hasta 2014. «La indexación al IPC no funciona», aseguró en la Cámara Baja, donde reiteró su lema de que «no se puede gastar lo que no se tiene». Unos 2.000 millones de euros, calculó, costaría mejorar las pensiones en la misma medida en que subieran los precios.

Sin embargo, sólo unos días más tarde, el proyecto de Presupuestos del Estado para este año ya incluía un alza de las pensiones mínimas del 3% –el doble de la previsión de inflación para este ejercicio, el 1,6%–, del 1,5% para las que no llegan a 700 euros mensuales y de un 1% para las inferiores a 860 euros, así como una subida de las de viudedad de casi el 2%. Es decir, muy por encima del 0,25% que han subido desde 2014 en virtud de la aplicación del índice que limita el alza anual a ese porcentaje cuando la Seguridad Social cierre con déficit. «[El IRP] Ha sido un elemento determinante de la viabilidad del sistema», lo había defendido Rajoy en el Congreso durante el debate de marzo.

El pacto con el PNV mantiene la mejora del 3% incluida en el proyecto de Presupuestos para las pensiones mínimas y aumenta en dos puntos –del 54% al 56%– la subida para este año de la base reguladora de las pensiones de viudedad inicialmente incluida en las cuentas del Estado. El portavoz de Presupuestos del PP en el Congreso, Jaime de Olano, ha negado que el acuerdo que el Gobierno ha sellado con los nacionalistas vascos vaya a implicar «recortes» en otras áreas sensibles de los Presupuestos para este año, pero tampoco ha cuantificado el importe total que supondrá la medida.

Una reforma «agotada»

CCOO ha saludado como «positivo» que se suban las pensiones en la misma cuantía que lo haga el IPC, al tiempo que critica que tanto el alza para los dos años como el retraso del factor de sostenibilidad sólo «desplacen en el tiempo» el problema. A su juicio, el sistema público de pensiones «requiere visión a largo plazo y el máximo consenso posible, más que improvisaciones motivadas por necesidades coyunturales«. La secretaria de Políticas Sociales de UGT, Mari Carmen Barrera, considera que estas medidas «no son suficientes» y pide la derogación del factor de sostenibilidad.

Por su parte, el portavoz del PDeCAT en el Congreso, Carles Campuzano, ha dado la «bienvenida» a la «rectificación» del PP respecto a la subida de las pensiones, pero también ha destacado que la reforma de pensiones de 2013 está «agotada» y ha recordado que en el Pacto de Toledo existe ya un «consenso generalizado» para que se liguen al IPC.

Para el líder del PSOE, Pedro Sánchez, el acuerdo entre el Gobierno y el PNV demuestra que el sistema público de pensiones sí tiene «capacidad financiera» suficiente para garantizar la evolución de las prestaciones en función del coste de la vida, como ocurre en otros países europeos. Al tiempo, ha criticado que la percepción de unas pensiones «dignas» esté a expensas de la negociación de los Presupuestos del Gobierno ,en lugar de quedar garantizadas por ser un «derecho». «Es claramente la demostración de que los pensionistas tenían razón y que el Gobierno se equivocó. Gracias a que los jubilados salieron a la calle, algunos han tenido que rectificar y se les ha caído la cara de vergüenza», ha dicho por su parte el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, en los pasillos del Congreso.

El Pacto de Toledo, aparte

A partir de este compromiso con el Gobierno, y una vez solventado el riesgo de devolución del proyecto de Presupuestos, el PNV se abre a negociar otras enmiendas parciales con el PP para asegurar la aprobación de las cuentas públicas en mayo. Aitor Esteban ha subrayado que, en el tema de las pensiones, el Estado tiene que «hacer un esfuerzo» en estos dos años, con independencia de que en el Pacto de Toledo se trabaje en reformas para asegurar la viabilidad de las pensiones en el futuro.

De hecho, esta comisión parlamentaria continúa con dificultades sus discusiones para renovar las 22 recomendaciones que incluye el Pacto. En principio, existe una base de acuerdo para convertir el regreso al IPC y la desaparición del IRP de la reforma de 2013 en una medida permanente, más allá del acuerdo parlamentario alcanzado con el PNV.

En la reunión entre Rajoy y Ortuzar se habló también de la situación política de Cataluña, otro de los puntos que había estancado las conversaciones con el PNV por la aplicación del artículo 155 de la Constitución que mantiene intervenida la autonomía.

El PNV, explica Aitor Esteban, ha reiterado al presidente su «preocupación» por este asunto y su oposición al artículo 155, pero ha valorado que este mismo miércoles el presidente del Gobierno haya dejado claro en los pasillos del Congreso su «compromiso firme» de que esas medidas excepcionales desaparecerán en cuanto se elija nuevo Ejecutivo en Cataluña y de que se abrirá una etapa de diálogo.


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