Endesa intenta autovenderse activos y Competencia pide al Gobierno que vete la operación

  • Endesa pidió permiso al Gobierno para traspasar activos de telecontrol y comunicaciones de su filial de tecnología a su distribuidora, cuya retribución está regulada
  • La CNMC detecta «incoherencias en las valoraciones económicas» aportadas por la eléctrica y niega los supuestos ahorros esgrimidos por la empresa, que valoró la operación en 20 millones
  • Cree que la transacción «no conllevaría reducción en la retribución» de la actividad de distribución e informa «desfavorablemente» a la Secretaría de Estado de Energía, que previsiblemente no la autorizará

Endesa gana un 10 % más hasta septiembre apoyada en el negocio liberalizado

Endesa ganó un 10% más hasta septiembre // EFE

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha pedido al Gobierno que impida a Endesa una operación de compraventa de sus propios activos con la que la eléctrica pretende autovenderse determinados sistemas de telecontrol y comunicaciones para traspasarlos desde una filial de tecnología a su distribuidora.

Fuentes de la CNMC vinculan esta decisión a la voluntad de evitar sobrecostes al consumidor en favor de la distribuidora de Endesa, la mayor del país, con una retribución regulada de 2.092 millones de euros en 2017, el 38,9% del total. La Dirección General de Política Energética y Minas (DGPEM) de la Secretaría de Estado de Energía (adscrita actualmente al Ministerio para la Transición Energética) todavía no ha tomado una decisión sobre la operación, pero fuentes del sector consideran muy poco probable que el Gobierno se aparte del dictamen de la CNMC.

El pasado 17 de octubre, la Sala de Supervisión Regulatoria del organismo resolvió «informar desfavorablemente» sobre la transacción, que implicaría que Endesa Distribución Eléctrica comprase a otra filial del grupo, Endesa Medios y Sistemas, activos de telecomunicaciones que la compañía que controla el grupo semipúblico Enel utiliza para la operación de sus redes de distribución.

La operación fue comunicada en noviembre de 2017 a Energía, que pidió a la CNMC su informe en febrero, tras solicitar a Endesa «mayor detalle respecto a las condiciones económicas y jurídicas» de la operación, «justificación técnica de por qué los activos traspasados han de ser considerados activos de distribución», y un análisis económico de las partidas retributivas que podían verse afectadas.

Endesa argumentó que la transacción reduciría los costes de operación y mantenimiento de su distribuidora asociados a estos activos, pero la CNMC cree que ese ahorro «parece improbable», basándose en la contabilidad suministrada por la propia Endesa al organismo en virtud de una circular de la CNMC que desde 2015 obliga a las distribuidoras a detallar los importes de sus operaciones intragrupo. En esas operaciones estarían incluidos los pagos de la distribuidora a la filial Endesa Medios y Sistemas por el uso de esos activos.

La CNMC apunta que la aprobación de la operación no conllevaría «una reducción automática de los ROTD», el término de retribución por otras tareas reguladas que las distribuidoras reciben anualmente, y critica que la eléctrica no facilitó a Energía «información suficiente» sobre la transacción; le reprocha «incoherencias en las valoraciones económicas» aportadas y cuestiona los ahorros esgrimidos por la compañía.

El importe de esos ahorros, que la resolución no detalla porque califica como confidenciales todas las magnitudes económicas del procedimiento, asciende según fuentes del sector a unos 3 millones de euros anuales en el caso de la retribución asociada a la operación y mantenimiento de activos ajenos a la actividad de distribución (conocida como ROMLAE en el sector). En un informe de la misma sala de la CNMC fechado en marzo pasado, Endesa cifraba el valor de mercado de los activos a traspasar en 20 millones de euros.

A preguntas sobre este asunto, fuentes de Endesa indican que la operación, « un simple reajuste interno de activos de telecomunicaciones entre compañías del mismo grupo», afecta a activos que «históricamente permanecían en una de las empresas del grupo, EMS, y que después de un análisis pormenorizado se comprobó que daban servicio mayoritariamente a EDE para funciones de centro de control y otras propias de la distribución, por lo que se consideró conveniente traspasar esos activos a la empresa que mayor uso hace de ellos». «Al estar involucrada una empresa regulada, se decidió comunicar y solicitar autorización al ministerio», añaden.

Los activos son infraestructuras y redes, sistemas de gestión y redes inteligentes (‘smartgrids’) que prestan servicios de telecontrol para la red de distribución de alta y media tensión, telefonía, telemedida «para atender a grandes clientes, telemedida RPM y al gran público»; televigilancia de sistemas y equipos «que aseguran la integridad física de las infraestructuras civiles e industriales de Endesa con el fin de minimizar riesgos y amenazas»; y servicios de «Teleaccesos», que «requieren una gestión integral de comunicaciones, provisión logística y monitorización entre los que destacan calidad de onda, vehículo eléctrico, terminales de campo, etc».

La actividad de sistemas y telecomunicaciones (ICT) de Endesa está en manos de Endesa Medios y Sistemas desde enero de 2017, cuando esta filial la adquirió a ENEL Iberia, SLU, la sociedad de la italiana que canaliza su participación del 70% en Endesa, por 246 millones, según las últimas cuentas de la eléctrica. A su vez, ENEL Iberia adquirió la actividad de ICT a Endesa Medios y Sistemas en julio de 2011. En 2017, esta filial tenía 329 empleados, ventas de 297,9 millones por servicios prestados a empresas del grupo Endesa, y pérdidas de 6,15 millones, según las cuentas anuales disponibles a través de la plataforma Insight View.