Garzón quiere «desincentivar el consumo de alimentos no saludables» con el etiquetado, los impuestos y la publicidad

El ministro de Consumo, Alberto Garzón, en el Congreso de los Diputados, el 28 de febrero de 2020.

El ministro de Consumo, Alberto Garzón, en el Congreso de los Diputados // @consumogob

Alimentación saludable. Después de anunciarse hace una semana el decreto de regulación del juego lanzado por el ministerio de Consumo, Alberto Garzón ha presentado este viernes en el Congreso las líneas generales de su gestión para esta legislatura.  «Los problemas de los que hablamos no son neutrales en términos de clase», ha explicado el ministro: «Tenemos enfoque de clase en juego y consumo. Estamos hablando de mercados en los que el poder de las trasnacionales es asimétrico, y afecta en términos de salud y de derechos democráticos. Por eso creo que hay que proteger derechos humanos, sobre todo de los más vulnerables».

Y las principales novedades han llegado relacionadas con el consumo alimenticio, ha anunciado el ministro Garzón: «Vamos a promover un plan integral de consumo saludable, que incida en el etiquetado, la fiscalidad, la publicidad y información».

«Lo más novedoso es el etiquetado», ha explicado Garzón, «queremos seguir las indicaciones de la OMS y promover un etiquetado frontal con la info nutricional para el consumo saludable que queremos. Hay diferentes modelos, en la UE o fuera, como Chile. Estamos estudiando los modelos para ver cuál sería el adecuado para nuestro país. Queremos un etiquetado que incentive el consumo saludable y desincentive el menos saludable para colectivos vulnerables».

En relación con la fiscalidad, el objetivo es el mismo: «Queremos buen diseño fiscal para que los resultados sean positivos: que el sistema de incentivos promueva el consumo saludable y desincentive el no saludable». Y, con la publicidad, lo que se persigue es que «las informaciones comerciales del consumo no saludable infantil tiene que ser regulada. Hay publicidad al público infantil que no promueve los hábitos no saludables».

Por último, Garzón quiere poner en marcha «campañas de formación e información, porque es un problema cuantitativo y social, hace falta que la ciudadanía sea consciente de riesgos y costes de consumo no saludable»; y crear la figura del consumidor vulnerable, para proteger niños, niñas, feminizados, personas en situación de pobreza y vulnerables».

Regulación del juego

La otra pata del ministerio de Alberto Garzón es el juego. «Hay un 9% de personas que juegan con trastorno del juego, lo que viene a representar el 0,3% de la población. Son cifras enormemente preocupantes.  La mayoría de los jugadores no desarrollan patologías, pero el 25% de los que juegan pueden desarrollarlas».

Garzón ha apostado por la regulación de una ley existente que legaliza el juego online a través de un decreto –el presencial es competencias de las comunidades autónomas–, «lo que nos permitirá que entre en vigor en unos meses, a tiempo del inicio de la temporada deportiva a principios de septiembre. Había otras vías, como la reforma de la ley, pero ese trámite parlamentario no nos habría permitido llegar a septiembre con medidas aprobadas».

«El juego incide en sectores vulnerables, bien sean menores o jóvenes, que han encontrado ahí una forma de su ocio en barrios más deprimidos de la media, en clases con menos recursos y sujetos a mayores problemas. Todo ello daña relaciones sociales, personales y familiares», ha explicado Garzón, quien aspira a que el derecho sea «aprobado antes del verano».

[label type=»success»]+reciente, publico.es, 04-03-2020:[/label] Primera vez y primer paso en la regulación de la publicidad del juego

Venezuela, Cuba y Nicaragua

«Sabía que saldría Cuba y Venezuela, pero es el bagaje que tenemos», ha reconocido Garzón en su réplica. El portavoz de Ciudadanos en la comisión de Sanidad y Consumo, Marcos de Quinto, no se ha podido resistir a mencionar Venezuela tras la intervención de Garzón: «Esto es una democracia liberal, no la Nicaragua de Ortega. Dése cuenta de que no he mencionado la dictadura de Nicolás Maduro».

Marcos de Quinto, ex directivo de Coca Cola, ha advertido a Garzón sobre la hipotética «politización» de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria, replicado en Twitter por el portavoz de Facua, Rubén Sánchez.

De Quinto ha intentado defender la industria de los alimentos menos saludables: «Hay preocupación con lo que anuncia de los etiquetados, en un sector que ha de guiarse por el criterio médico y la colaboración público privada, frente a las demonizaciones y el populismo acientífico. Términos despectivos como basura, insanos, etc, no deberían formar parte de su comunicación».

De Quinto, incluso, ha afirmado que se podría aplicar la sombra de «alimentos basura» a productos como el «chorizo, los polvorones, sobaos, la tarta de Santiago, la ensaimada y el turrón de Jijona. La administración no tiene que controlar si comemos churros», ha insistido, acusando a Garzón de tener una «concepción orwelliana» de la política.

Y ha sentenciado, confundiendo al líder de Izquierda Unida con un dirigente de Podemos: «En Vistalegre [asamblea del partido de Iglesias] seguro que le van a aplaudir».

Marcos de Quinto: «¡Llámeme portavozo!»

«Venimos de paradigmas distintos», le ha respondido Garzón, «como Manuel Vázquez Montalbán, soy comunista porque soy liberal. Su retórica pertenece a otro ámbito, que no es el del rigor. Queremos evitar matar moscas a cañonazos y hay que hacer una legislación con determinación y finura. Habla de intranquilidad de la industria alimentaria, si su interés es la salud pública, deberán apoyar las medidas. Es obvio que habrá empresas que saldrán perdiendo, pero tenemos que anteponer a las personas, incluso por encima de las cuentas de las empresas».

Confusión semejante a la de Marcos de Quinto la ha cometido la portavoz del PP, Carmen Riolobos, quien ha culpado a la ex alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, de la apertura de casas de apuestas. «La alarma es por su compañera de partido», ha dicho la diputada, cuando precisamente Carmena compitió electoralmente con Garzón y Unidas Podemos el 10N con el partido que formó con Iñigo Errejón, Más País.

Riolobos acusó a Garzón de «no fiarse de la letra pequeña, que es donde están las trampas.  Y su letra pequeña es cuánto dinero tendrá para hacer lo que dice. No nos fiamos del gobierno socialcomunista instalado en la mentira, que se ha extendido como el coronavirus: Delcy Rodriguez, Grande-Marlaska… Todo lo que dice lo ponemos en cuarentena».

«Antes de que fuera nombrado ministro ya dijo que su modelo era Cuba», ha dicho Riolobos, «y el modelo cubano está basado en la miseria y racionamiento. Proteja a los consumidores vulnerables. Han pasado del 15M al sillón, el coche oficial, el chaqué de la boda, el traje y la corbata, y el casoplón en Galapagar».

La portavoz del PP ha pedido a Garzón «que baje la fiscalidad y prime el consumo sano», además de que le ha alertado de que los «mayores enemigos» del titular de Consumo está en «el resto del Consejo de Ministros».

Y ha añadido: «¿Sabe quién prohibió el juego? Franco», obviando que en la dictadura había loterías y quinielas, si bien es cierto que hasta 1977 los casinos y los bingos estaban prohibidos en España.

Garzón, al responder a Riolobos, le llamó «portavoza», lo que ha despertado la protesta de Marcos de Quinto: «La palabra voz es la voz, hablar de portavoza es una manera de machismo. ¡Llámeme portavozo!»

El portavoz de Vox, Ignacio Garriga, por su parte, ha tachado el decreto como «insuficiente: además de no plantar cara a los lobbys, denunciamos este sistema autonómico que genera duplicidades, regulaciones dispares, hay que ser más restrictivos, podríamos usar eso para drogas o prostitución. No se está protegiendo a usuarios ni consumidores. Bienvenido a las tesis de Vox por señalar las disparidades autonómicas».

Garriga criticaba que haya publicidad en partidos de fútbol a partir de las 20.00. «Es cuando arranca el horario de protección infantil», ha dicho Garzón, «y el 70% de los partidos se juegan antes». También los portavoces del PSOE y el propio Garzón han señalado la corresponsabilidad de Vox en las administraciones autonómicas de PP y Ciudadanos para atajar las casas de apuestas. «Si son capaces de hacer que sus socios aprueben cosas anticonstitucionales como el pin parental, pídanles que intervengan en esto», ha dicho Garzón, quien también ha defendido su militancia comunista ante las descalificaciones de Vox: «Soy heredero de una tradición de lucha por la democracia, de personas que murieron o pasaron décadas en la cárcel, como Marcos Ana, y que contribuyó a traer la Constitución de 1978».

Por contrario, las portavoces de PNV, ERC y Junts han insistido en reivindicar las competencias autonómicas y han alertado acerca de los riesgos de invadir sus ámbitos competenciales con las regulaciones.

La diputada de UP, Laura López, ha criticado que se llame «juego» a las apuestas: «Ha recibido críticas por parte de sectores con intereses, como los ricos que quieren consumir a los pobres, usando los mecanismos de engaño con falacias, como que lo que usted hace no vale para nada. Su principal reto es convertir el consumo en uso. Con personas como usted, tenemos una oportunidad para mejorar el futuro».

Marisol Sánchez, del PSOE, ha respondido a De Quinto y Riolobos: «Parece que los ministros de izquierda tendrían que ir con zurrones, no con maletines. Qué caras les salen a los pobres las libertades de los ricos. Hemos escuchado mentiras a mentiras, hablando sin sonrrojo del IVA, cuando Rajoy subió el IVA después de prometer bajadas del IVA y aplicar los copagos farmacéuticos, así no se protege a los ciudadanos».

El otro portavoz del PSOE, Daniel Vicente, ha señalado: «No había libertad, había libertinaje, y ha preguntado al PP: ¿Por qué no aprobaron ustedes el decreto? Porque su modelo es Eurovegas». Y mirando a Vox, ha añadido: «Nos acusan de cobardes, pues exijan a Díaz Ayuso y a otras presidencias autonómicas, que actúen con las casas de apuestas».