La industria editorial exige el canon AEDE a Menéame

Cedro ha enviado una carta al agregador para cobrar por el enlazado de sus noticias. El envío de la misiva llega días después de cerrar un acuerdo con otro agregador creado recientemente por la propia industria editorial, que presiona en Bruselas para crear un canon similar a nivel europeo

Portada de Menéame este jueves.

Portada de Menéame este jueves.

La campaña de la industria editorial para promover el denominado canon AEDE continúa. El Centro Español de Derechos Reprográficos (Cedro) se ha puesto en contacto con Menéame, el principal agregador de noticias en español, para negociar el cobro de esta tasa por enlazar y mostrar fragmentos de noticias de los medios de comunicación.

Así lo ha confirmado a este medio Javier Díaz de Olarte, director jurídico de Cedro: «Les hemos enviado una carta en la que no hay reclamación económica ninguna. Es una invitación para ponerse en contacto con nosotros para hablar del tema». El director general de Menéame, Daniel Seijo, ha preferido no desvelar detalles sobre el contenido de la misiva o los próximos movimientos por razones jurídicas.

Preguntado sobre si Cedro pretende seguir poniéndose en contacto con otros agregadores y redes sociales a los que se podría solicitar el canon, el abogado de Cedro ha explicado que «evidentemente nos iremos poniendo en contacto con todos aquellos que realizan la actividad que aparece descrita en el párrafo primero del artículo 33.2 de la Ley de Propiedad Intelectual».

Con 0 euros recaudados desde que entró en vigor enero de 2015 incluido en la Ley de propiedad intelectual, el canon parecía una herramienta fallida. Su principal objetivo, Google, cerró su agregador de noticias Google News el mismo día de entrada en vigor de la norma, cercenando con ello todo el flujo de tráfico que llegaba a los medios por esta vía y haciéndoles, de hecho, perder visitas.

Recientemente Cedro informó que había llegado a un acuerdo con Upday, otro agregador de noticias, para el pago del canon. Dos años después de entrar en vigor, el canon se ponía por fin en marcha. Sin embargo, el acuerdo escondía una trampa: Upday había sido creado recientemente por Axl Springer, el principal grupo editorial aleman y autor de un intenso lobby en Bruselas para conseguir la implantación de un canon como el ya presente en España (y Alemania) a nivel comunitario.

Se trataba de una «maniobra circular, una simulación que beneficia al mismo gremio», denunció el grupo hacktivista Xnet, uno de los grupos de la sociedad civil presentes en las consultas del Parlamento Europeo para la reforma de la directiva comunitaria sobre Copyright, en la que la Comisión ya ha propuesto la inclusión de un canon AEDE. «Tienen un interés evidente en poner en funcionamiento el cobro de dicha tasa sentando precedente con este primer pago», explicaba Xnet.

Bruselas en el punto de mira

En un primer momento la Eurocámara se ha mostrado contraria al canon. En un primer informe sobre la propuesta de la Comisión, la eurodiputada Therese Comodini –PP europeo, Malta– señaló que «es este enlazado [que la industria editorial pretende tasar] o sistemas de referencias (como los hipervínculos) el que facilita que los usuarios encuentren nuevos portales». «La pluralidad de noticias y opiniones, y un amplio acceso a esas noticias y opiniones, es importante para el debate público en una sociedad democrática», avisó la maltesa.

En el mismo sentido se posicionaba Julia Reda, vicepresidenta del grupo de Los Verdes en la Eurocámara y autora del primer borrador elaborado por la cámara sobre la renovación de la directiva sobre copyright, que la Comisión ignoró en su texto, diametralmente opuesto.

 «Tasar los enlaces sólo busca consolidar el poder de los grandes grupos editoriales», denunció Reda en una entrevista con Público.

Xnet, que presiona en contra de la inclusión del canon en la directiva junto con varias asociaciones europeas, avisa de que el momento elegido para poner en marcha el canon en España no es casual. El debate en la Eurocámara sobre la directiva se producirá este mes de julio, o en su defecto en la reanudación de sesiones en septiembre. «El reciente acuerdo de pago en España busca dar una falsa impresión y ejemplo de viabilidad de la tasa, cuando objetivamente ha sido un fracaso, justo antes de que los más importantes debates al respecto se lleven a cabo en las instituciones europeas en los próximos meses», advierte el grupo.

El principal apoyo de la conocida como «tasa Google» en Bruselas era el comisario alemán Günther Oettinger, encargado de la cartera de Economía y Sociedad Digital hasta enero de 2017. A partir de esa fecha pasó a ocupar la de Programación Financiera y Presupuestos, pero a Oettinger, político muy cercano a Axl Springer y a la industria editorial alemana, le dio tiempo a presentar esa primera propuesta de la Comisión sobre la directiva de copyright que ahora los grandes grupos presionan para sacar adelante.

Menéame ni siquiera enlaza noticias de los medios asociados a Cedro, ya que sus propios usuarios lanzaron un boicot contra ellos en 2015 que se mantiene en pie.

Sus responsables han afirmado en varias ocasiones que, con las tarifas que Cedro tiene publicadas en su web, su sostenibilidad sería inviable. Sin embargo, se ha convertido en una pieza más del juego que se desarrolla en Bruselas para defender la valía de la «tasa Google» e implantarla a nivel europeo.

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