La salida de dinero de la Unión Europea hacia Suiza se multiplicó por 38 en 2017

Los últimos datos publicados por Eurostat muestran que el paraíso fiscal es la principal entrada y salida de inversión de la Unión Europea.

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El instituto europeo de estadísticas, Eurostat, ha publicado los datos sobre flujos de inversión de la Unión Europea (UE). Los números muestran un alarmante descenso tanto de los flujos provenientes de fuera, como de la inversión europea hacia otros países. Según los datos preliminares de 2017, los flujos de inversión extranjera directa (IED) de la Unión Europea hacia otras zonas ascendieron a 120.000 millones de euros, lo que supone un drástico descenso de casi el 52,2%, si lo comparamos con los 250.000 millones que se realizaron en 2016.

Aunque aún es más significativo el descenso de los flujos de inversiones hacia el interior de la UE. Durante el 2017, las inversiones provenientes de fuera de la UE ascendieron a 37.000 millones. Casi diez veces menos que los 340.000 millones de euros de 2016. Uno de los principales factores que ha provocado este descenso ha sido la desinversión masiva de empresas estadounidenses en el mercado europeo. Las estimaciones preliminares realizadas por Eurostat muestran que las empresas estadounidenses retiraron del mercado de la UE cerca de 274.000 millones de euros de capital neto de IED.

Las inversiones extranjeras en Europa han disminuido a la décima parte provocado principalmente por la desinversión estadounidense

Pero estos datos muestran una realidad mucho más preocupante y singular: la principal puerta de entrada y salida de capital es Suiza. Por segundo año consecutivo, el paraíso fiscal ha sido el principal inversor extranjero en la UE con más de 90.000 millones de euros de inversiones directas por parte de empresas o fondos. En la dirección contraria, el país helvético es también el principal receptor o canal de inversión por parte de los países de la UE por un valor de 60.750 millones de euros. Esta última cifra resulta más llamativa todavía si tenemos en cuenta que las inversiones en Suiza en 2016 fueron de 1.601 millones, lo que supone un incremento de 38 veces más.

Hong-Kong, otro territorio famoso por las ventajas fiscales y la opacidad que ofrece a los inversores, es el segundo destino favorito de las inversiones europeas con un montante de 10.400 millones en 2017.

¿Por qué vuelve Suiza?

Parece muy extraño que un país que no tiene una industria notoria pueda ser el principal receptor de inversión europea, pero existen dos factores clave: la industria financiera y sus ventajas como un paraíso fiscal. Según explica Santiago González, de Unión Sindical Obrera e integrante de la Plataforma contra los Paraísos Fiscales, las ventajas que el país ofrece a los inversores y depositantes ofrece una gran rentabilidad. Ese exceso monetario, más esa estabilidad en los depósitos, “permite a los bancos comprar deuda de otros países o dar créditos y ‘crear’ dinero que sí puede ir a otras plazas para obtener rendimientos más especulativos”, matiza González.

A la asesora en temas de justicia tributaria para el grupo parlamentario de la Izquierda Unitaria Europea (GUE/NGL), Verónica Grondona, no le sorprende en absoluto que Suiza sea la principal entrada y salida de inversiones en la UE ya que “Suiza se usa como un hub en el comercio internacional”. El motivo, según Grondona, son los bajos o nulos impuestos de cantones tales como el de Zúrich. Sin embargo, según relata, “quizá a las transnacionales les resultaba poco rentable beneficiarse de los nulos impuestos en las operaciones comerciales, si luego tienen sus matrices en países que gravan los dividendos”, ya que de esa forma tendrían que pagar impuestos los accionistas al recibir su parte de los beneficios.

En este contexto, «muchas empresas transnacionales, han ido cambiando su estructura internacional para localizar sus casas matrices en guaridas fiscales, entre ellas, Suiza», aclara Grondona