La secretaria de Granados usó a tres conserjes para destruir documentos tras la detención de su jefe

Está «muy vinculada» al Partido Popular, según la Guardia Civil que sospecha que los papeles desaparecidos tienen relación con el ‘caso Púnica’.

Ni se molestó en hacerlo ella misma. La secretaria de confianza de Francisco Granados, el exnúmero dos de Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid, recurrió a tres conserjes para destruir documentos supuestamente comprometedores que aún había en el ayuntamiento de Valdemoro (Madrid), justo al día siguiente de la detención de su jefe y del registro que realizó la Guardia Civil al consistorio.

Granados, ex alcalde de dicha localidad, fue detenido el 27 de octubre de 2014. Al día siguiente, Carmen Arcas Maurín, jefa de secretarias, pidió la llave del archivo municipal y ordenó a tres conserjes que destruyeran diversos documentos, según la investigación que consta en el sumario del caso Púnica, la supuesta red corrupta liderada por Granados y su amigo David Marjaliza.

«El hecho de que la orden de destrucción saliera de la Jefa de Secretarias de la Alcaldía, cargo de confianza de Francisco Granados y persona muy vinculada políticamente al Partido Popular afianzan la hipótesis que los documentos destruidos pudieran tener algún tipo de relevancia procesal», sostiene el informe policial que consta en el sumario, donde la secretaria de confianza de Granados figura como imputada por esta causa.

Descubiertos ‘in fraganti’ por la archivera

La Unidad Central Operativa de la Guardia Civil reconstruye en su informe lo ocurrido en el edificio municipal tras el registro y la detención de Granados, exsecretario general del PP de Madrid, quien desde entonces permanece en prisión preventiva en la cárcel de Estremera que él mismo inauguró siendo consejero de Presidencia, Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid con Aguirre.

Carmen Arcas Maurín, la secretaria de confianza de Granados, se presentó a las nueve de la mañana del día 28 de octubre en el ayuntamiento de Valdemoro. Pidió la llave del archivo municipal a la funcionaria que atendía la centralita de teléfonos y ordenó a tres conserjes la destrucción de documentos.

Para ello, recurrieron a una máquina destructora de papeles. Los tres conserjes han reconocido a la Guardia Civil que fue la secretaria de Granados quien les dio la orden de destruir los documentos. Algunos eran fotocopias y otros llevaban el escudo del consistorio de Valdemoro, según recuerdan.

Los tres conserjes no se ponen de acuerdo sobre dónde se realizó la destrucción, si en el propio archivo municipal o en el garaje del ayuntamiento.

Ocurrió que lo conserjes fueron descubiertos in fraganti por la archivera municipal, María Jesús L. P, media hora después de empezar con la destrucción de los papeles. Tras la primera sorpresa, ella les preguntó qué hacían en el archivo sin su permiso y ellos le respondieron que la jefa de secretarias les había ordenado destruir esos papeles. La archivera los echó a todos y cerró con llave.

Se justifica: eran unos papeles que había en el suelo

Tres horas después, la responsable de los archivos recibe una llamada de la funcionaria que atiende la centralita: Carmen Arcas Maurín había entrado en el archivo en compañía de un policía municipal. La Guardia Civil sostiene que el policíal local no informó a sus superiores de lo que estaba haciendo con la jefa de secretarias.

«Posteriormente parece que se mueve la máquina destructora de documentos a otro lugar», resalta el informe.

La archivera elaboró al día siguiente un informe dirigido a la alcaldía en el que denunciaba esta destrucción y cómo ella había descubierto a los conserjes en pleno proceso.

La secretaria de Granados rechaza ante la Guardia Civil que ella ordenara destruir documentos, aunque los conserjes dicen todo lo contrario: que obedecieron sus órdenes.

Carmen Arcas Maurín sólo asume que ordenó «limpiar unos papeles que había por el suelo» y que se destruyen en aplicación de la Ley de Protección de Datos. También niega que ella pidiera la llave del archivo, sino que el archivo estaba abierto.

La funcionaria de la centralita desmiente su versión: la secretaria de confianza de Granados le pidió la llave a las 09:15 horas de aquel 28 de octubre de 2014, según dice a la Guardia Civil.

Carmen Arcas Maurín es miembro de la Junta local del Partido Popular de Valdemoro y fue pareja del jefe de la Policía Local durante 14 años, resalta el informe de la Guardia Civil.

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