Lagarde y Von der Leyen, la nueva Troika en Europa

Tras el acuerdo de los Jefes de Estado y de Gobierno en Bruselas, la alemana Ursula Von der Leyen presidirá la Comisión Europea, Christine Lagarde (ex FMI) el Banco Central Europeo, y Josep Borrell será el jefe de la diplomacia europea.

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La ministra de defensa alemana Ursula Von der Leyen y Cristine Lagarde del FMI.

Los Jefes de Estado de los 27 vuelven a apuntalar al establishment en las instituciones europeas. Tras el acuerdo alcanzado ayer, Christine Lagarde, hasta ahora directora del Fondo Monetario Internacional, será la presidenta del Banco Central Europeo.

Es un perfil muy tecnócrata para un puesto en el que Mario Draghi ha ido dando una de cal y otra de arena, hasta finalizar su mandato con tipos de interés bajo mínimos históricos. Su plan era subirlos este año, justo a tiempo para su sucesión y dejar una eurozona un poco más recuperada tras más de diez años de crisis. Finalmente tuvo que retrasarlo, dado que la UE se ha convertido en un avión que no acaba de despegar. A ello se suma el Brexit y que, en estos momentos, Alemania crea empleo a un ritmo mucho menor que el del año pasado.

Con Christine Lagarde vendrán tiempos de apadrinamiento de países del sur, como ya se hizo hace pocos años con la Grecia de Alexis Tsipras, que bajo el paraguas de los rescates recibieron medicina neoliberal a base de recortes. Lagarde deja en la estacada a la Argentina de Macri, quien lleva desde finales del año pasado recibiendo desembolsos monetarios del FMI en forma de rescates. Será sustituida temporalmente por su número dos, David Lipton, hasta que se produzca la verdadera sucesión.

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// Fondo Monetario Internacional

En América Latina la década de los 80, con los rescates del FMI, recortes abruptos y un elevado déficit es llamada  “la década perdida”. Otra de las cosas por las que Lagarde ha sido muy criticada en la Eurozona es por haber insistido en que no se debe aumentar el salario mínimo y que el cobro de las pensiones dura muchos años, por lo que estaría a favor de incrementar la edad de jubilación.

En concreto, una de sus últimas críticas ha sido la decisión del ejecutivo de Pedro Sánchez de establecer el SMI en 900 euros al mes. Este mismo año, Alemania ha subido su salario mínimo a 9,19 euros por hora y unos 1.470 euros al mes. No ha habido quejas de Lagarde sobre este asunto, no solo porque Alemania crea empleo a un ritmo elevado (con maquillaje de cifras incluido), sino porque los Socialdemócratas y los Verdes alemanes ya se encargaron de rebajar las condiciones salariales en el mercado laboral de Alemania. Se hizo cuando bajo la cancillería de Gerhard Schröder se aprobó la Agenda 2010 y la implantación de los llamados minijobs, empleos en los que se trabajan pocas horas y no se puede percibir más de 450 euros mensuales.

Lo que inicialmente se podría concebir como empleos temporales para gente en situaciones especiales, como estudiantes o personas con otros trabajos que quisieran completar su salario, se ha convertido en un pozo negro de más de siete millones de minijobs, según la Agencia Estatal de Empleo de Alemania. En estos, el empleador está exento de pagar la seguridad social a sus trabajadores. En Alemania es muy frecuente que se combinen varios minijobs o que si se tiene solo uno se tenga que solicitar ayuda social.

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Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional, y Mauricio Macri en un encuentro del G20 en Argentina en 2018.

Respecto a Ursula Von der Leyen, se podrían recordar muchas cosas de su trayectoria política. La más reseñable es que ha formado parte de todos los gobiernos de Angela Merkel y, hasta la llegada de Annegret Kramp-Karrenbauer, se especulaba que podría suceder a la canciller alemana. Una de sus etapas más recordadas fue a los mandos del Ministerio de Defensa en el anterior gobierno de la Gran Coalición. Implantó una guardería en cada cuartel e insistió en la conciliación familiar, pero bajo su mandato se descubrió una red de ultraderechistas dentro del propio Bundeswehr (ejército alemán). Se hizo público porque un soldado planeaba hacerse pasar por un refugiado para atentar. Pese al escándalo que supuso, Von der Leyen no tomó ninguna medida especial que sirviese para neutralizar esta red extremoderechista.

Cuando Von der Leyen regentaba el Ministerio de Defensa hubo incrementos presupuestarios muy fuertes en fuerzas de seguridad del Estado y compra de armas, sobre todo desde la irrupción de la extrema derecha en el escenario político alemán. Alemania es uno de los cinco países mundiales que más armamento exportan, según el Instituto Internacional de Investigación para la paz de Estocolmo. Von der Leyen alargaba un año más la misión alemana en Afganistán mientras al mismo tiempo se abría la puerta a la expulsión de afganos, al considerar Kabul como lugar seguro. Entre las propuestas más famosas de Ursula Vonder Leyen se encontraban la creación de un ejército europeo contra el terrorismo islamista, ejército que, según aclaró, no tenía intención de constituir como ejército europeo permanente.

Esta elección está un poco en el aire debido a que Von der Leyen no era Spitzenkandidatin (candidata principal) de Alemania para presidir la Comisión Europea, posición que ocupaba el alemán Manfred Weber hasta quedar descartado. Tampoco hubo suerte para el actual presidente del Bundesbank de Alemania, Jens Weidmann. Además, los socialdemócratas, actuales socios de Merkel en el gobierno, están en desacuerdo con la elección de Von der Leyen porque querían que saliese elegido el socialdemócrata holandés Frans Timmermans. Por este motivo, Merkel se abstuvo en la votación interna del puesto de Von der Leyen. A mediados de julio se producirán los nombramientos.


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