Las eléctricas se forran a la velocidad de la luz: más de 10.000 euros limpios por minuto

Las tres grandes compañías del sector, Endesa, Iberdrola y Naturgy, declaran unos beneficios netos de 4.121 millones de euros entre enero y septiembre con la demanda de energía prácticamente congelada

Un cuadro eléctrico en unas oficinas en Madrid. REUTERS/Sergio Perez

Un cuadro eléctrico en unas oficinas en Madrid. REUTERS/Sergio Perez

Las compañías eléctricas que operan en España están ganando más de 10.000 euros limpios por minuto en lo que va de año, según indican los resultados de los nueve primeros meses de 2018 que sus consejos de administración han remitido a la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores).

Solo las tres principales compañías, que copan en torno al 90% del mercado, suman unos beneficios netos de 4.121 millones en el periodo de enero a septiembre, lo que arroja una media de 10.482 euros por minuto o 628.968 por hora: Endesa acumuló unas ganancias de 1.193 millones, con una mejora de 113 sobre el mismo periodo del año anterior; Iberdrola  alcanzó unos resultados de 2.051 millones, con un avance de casi el 18% sobre los 1.481 de los tres primeros trimestres de 2017, y Naturgy, la antigua Gas Natural Fenosa, sumó 877 millones con un crecimiento del 38% (242 más).

A esos resultados se les suman los de otras compañías de menor implantación como EDP, que suma 115, con un retroceso de 50 sobre el mismo periodo del año anterior, o los de Audax, que alcanzó los 5,5, mientras que Red Eléctrica, la empresa privatizada que gestiona el sistema de distribución de la electricidad, sumó 520 millones netos de beneficio que sitúan el global del sector en los 4.761 millones de euros.

El sector energético gana 7.200 millones

Las principales compañías tienen una parte importante del negocio en otros países, lo que hace que algunas como Iberdrola ya distribuyan más energía (el 67%) en países como Brasil, EEUU y Argentina que en España, y combinan el negocio de la electricidad con el del gas, en el que también operan Enagás, que ha declarado unos beneficios netos de 325 millones en los tres primeros trimestres, y Repsol, que alcanzó los 2.171. Eso sitúa los resultados del sector energético español por encima de los 7.200 millones de euros: 18.460 euros por minuto.

Esos beneficios se sitúan por detrás de los que obtiene la banca, cuyas seis principales entidades sumaron unas ganancias netas de 13.909 millones de euros. No obstante, el hecho de que solo 5.636 fueran generados en España estrecha el margen entre ambos sectores.

Las organizaciones de consumidores atribuyen buena parte de esos beneficios al singular sistema de fijación de precios que rige en el país, con una subasta marginal que lleva a comercializar toda la energía que entra en el sistema al precio de la más cara.

De hecho, esa mejora generalizada de los resultados de las eléctricas, con alzas del 38% en los casos de Iberdrola y Naturgy, se produce en un periodo de nueve meses en el que, según Red Eléctrica, la demanda apenas aumentó un 0,9%.

“Es un mercado tramposo”

“Entendemos que es un mercado tramposo, en el que las fórmulas de los precios favorecen a las empresas y fomentan la especulación”, explica Rubén Sánchez, portavoz de Facua. “Sea cual sea la época del año, el sistema hace que el precio sea más caro de lo que debiera ser, a menudo desorbitado”, añade.

Sánchez sostiene que, además de “apostar por las energía renovables, menos dañinas para el medio ambiente y más baratas para el consumidor”, el Gobierno debería suprimir el sistema de subasta marginal para pasar a “fijar el precio de la electricidad a varios meses vista en función de los costes de producción”.

Enrique García, de la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), comparte las críticas hacia el sistema de fijación de precios de subasta marginal, aunque opta por la prudencia en cuanto al análisis de los beneficios de las compañías del sector.

“Hay que leer las cuentas con calma porque son muy complejas e incluyen muchos factores”, señala. No obstante, llama la atención sobre el hecho de que no ha habido ninguna modificación normativa que permita explicar la diferencia entre el aumento de los beneficios y el del consumo.

Cinco céntimos en la subasta, 22 en casa

Ese modelo de fijación de precios hizo que el precio mayorista de la electricidad alcanzara a mediados de septiembre su máximo histórico de 75,39 euros el megawatio/hora, unos niveles que este miércoles oscilaban entre los 49,91 y 70,31, y que la previsión, visto el comportamiento del mercado de futuros, en el que los contratos registran alzas de hasta el 20%, apunte a nuevos encarecimientos este invierno.

Esos niveles arrojan una media de entre casi cinco y poco más de siete céntimos por kilowatio en la venta al por mayor. Sin embargo, el precio para el consumidor se disparaba, de manera simultánea, hasta una horquilla de 11,9 a 13,8, es decir, casi siete céntimos más a los que hay que sumar los términos fijos de la tarifa, que van a los ingresos de la compañía eléctrica, y los impuestos.

Un estudio de Eurostat, el sistema estadístico de la UE, señala a España como el quinto país comunitario en el que el consumidor paga más cara la electricidad, con una media de 22 céntimos por kilowatio que solo superan Dinamarca (30), Alemania (30), Bélgica (29) e Irlanda (24).