Las mentiras de Pablo Casado sobre ETA, Bildu y el terrorismo

Los votos de EH Bildu fueron irrelevantes en la moción de censura, que Sánchez ganó por 180 votos a favor y 169 en contra. Los «decretos abertzales» a los que se refiere Casado son los seis que el Gobierno aprobó en la Diputación Permanente hace unas semanas. Tres de ellos salieron adelante también con el apoyo de Ciudadanos

Pablo Casado: «Hoy en el Gobierno de España hay un presidente, Pedro Sánchez, que está donde está por los votos favorables de los independentistas, por los votos favorables de la extrema izquierda y por la abstención necesaria de Bildu, de los herederos de ETA».

Falso. Los votos de EH Bildu fueron irrelevantes en la moción de censura, que Sánchez ganó por 180 votos a favor y 169 en contra. También es falso que EH Bildu se abstuviera: votó a favor de la moción, a pesar de que no hubo ninguna negociación con ellos desde el PSOE. Su apoyo era irrelevante porque EH Bildu solo cuenta con dos escaños y Sánchez ganó por bastante más margen esa votación.

También es falso que EH Bildu sean «los herederos de ETA». Es una coalición en la que además de Sortu, la antigua Batasuna, está Eusko Alkartasuna: una escisión del PNV fundada en 1986 por el antiguo lehendakari de este partido Carlos Garaikoetxea. Está también Alternatiba: una escisión de Ezker Batua, la antigua referencia de Izquierda Unida en el País Vasco. Y también estaba –se disolvieron hace dos años dentro de EH Bildu– Aralar, un partido que se escindió de Herri Batasuna en el año 2000, precisamente porque Batasuna no condenaba el terrorismo etarra y ellos sí.

Pablo Casado: «Nosotros lo tenemos muy claro. Nunca vamos a pactar ni a dialogar con Bildu ni con los herederos de ETA. Nunca».

Falso. En el Parlamento Vasco, durante esta legislatura, el PP ha llegado a distintos acuerdos con EH Bildu, contra la mayoría de Gobierno del PNV y PSE. En febrero del año pasado, un pacto entre PP, EH Bildu y Podemos sirvió para abrir una comisión de investigación sobre el fraude en los comedores escolares. Y en enero de este año, hace apenas tres meses y con Casado ya como líder del partido, PP, Bildu y Podemos acordaron juntos una reforma legal contra las grandes superficies.

El director de la campaña de Casado, Javier Maroto, también llegó a acuerdos con la izquierda abertzale en su años como alcalde de Vitoria. Maroto dialogó y pactó con Bildu en varias ocasiones, y también defendió públicamente esa negociación, frente al criterio de otros dirigentes del PP. «No me tiemblan las piernas para llegar a acuerdos con nadie» –decía entonces maroto– «Y creo que eso es bueno. Ojalá sucediese en más foros. Ojalá cundiese el ejemplo».

Pablo Casado: «Tenemos que aguantar que Arnaldo Otegi diga ‘os hemos ganado, han merecido la pena 800 muertos, ha merecido la pena la lucha armada, como ellos dicen, el terrorismo del disparo en la nuca, hemos conseguido ser claves para aprobar unos decretos’ que el propio Sánchez decía que eran fundamentales para mantenerse en el poder».

Falso. Otegi no ha dicho nada ni lejanamente parecido a «os hemos ganado, han merecido la pena 800 muertos». Y Pedro Sánchez tampoco ha dicho que aprobar esos decretos de última hora en la Diputación Permanente fueran «fundamentales para mantenerse en el poder». Básicamente daba lo mismo, porque las elecciones estaban convocadas ya cuando esto se votó. Y si estas medidas tuvieron que tramitarse como decretos de última hora, en vez de como leyes, fue por el filibusterismo político de PP y Ciudadanos desde la Mesa del Congreso, donde retrasaron durante meses todas las reformas legales del Gobierno porque sabían que en el pleno del Congreso perderían la votación.

Pablo Casado: «Vimos la convalidación no de unos decretos sociales, sino de unos decretos abertzales. Es la primera vez en 40 años en el que el mundo abertzale presume de ser un socio clave para el Gobierno en España».

Los «decretos abertzales» a los que se refiere Casado son los seis que el Gobierno aprobó en la Diputación Permanente hace unas semanas. Tres de ellos salieron adelante también con el apoyo de Ciudadanos. Son la equiparación de los permisos de paternidad y maternidad, el subsidio para los parados de más de 52 años, los cambios en la contratación de la estiba de los puertos, la inversión del superávit de los ayuntamientos y diputaciones, las medidas para afrontar el Brexit si no hay acuerdo y el decreto del alquiler.

El mundo abertzale no pintó nada en la negociación de todos estos decretos. Ni añadieron ni quitaron una coma en su formulación. Y su voto solo fue relevante en uno de los seis, el del alquiler, y porque los decretos se convalidaron en la Diputación Permanente –donde el número de votos y diputados es menor–. En el pleno, los votos de EH Bildu habrían dado igual, como ha ocurrido durante toda la legislatura o como pasó en la moción de censura contra Rajoy.

El decreto del alquiler, el más ajustado de todos, fue aprobado con 33 votos a favor, 31 en contra y una abstención. EH Bildu –que tiene un solo voto en la Diputación Permanente– votó a favor, aunque habría bastado también con su abstención. Lo raro habría sido que la izquierda abertzale votara con el PP y Ciudadanos en contra de unas medidas similares a las que defienden en su programa electoral.

Pablo Casado: «Para que Pedro Sánchez tenga que abrazarse a Arnaldo Otegi, un terrorista confeso, condenado por secuestrar a nuestro compañero Javier Rupérez y por intentar secuestrar y casi asesinar a nuestro compañero Gabriel Cisneros, a quien le metieron un tiro en la tripa cuando intentaba huir en el Retiro de un secuestro seguro».

Falso. Arnaldo Otegi fue juzgado por el secuestro de Rupérez y por el intento de secuestro de Gabriel Cisneros, pero fue absuelto en ambos juicios. Otegi sí fue condenado, pero por otro secuestro distinto: el del director de la fábrica Michelín de Vitoria, Luis Abaitua, en 1979.

Pablo Casado: «Hemos tenido que ver con absoluta indignación cómo Arnaldo Otegi se vanagloriaba por haber recibido innumerables llamadas del PSOE para aprobar los decretos».

Otegi no recibió llamada alguna del PSOE para aprobar los decretos. Quien recibió esas llamadas del PSOE para preguntar qué iba a votar fue la portavoz en el Congreso de EH Bildu, Marian Beitialarrangoitia, que presumió de que su partido tenía «la llave de esa votación» –algo que solo resultó ser cierto en un decreto de los seis–. El senador de EH Bildu Jon Iñarritu explicó también que el apoyo de los abertzales a esos decretos era «a cambio de nada«.

Pablo Casado: «Bildu insultó gravemente a la Policía y la Guardia Civil llamándoles nazis. El PSOE en vez de censurarlo votó a favor de una humillante ley que pretende convertir a las víctimas de ETA en verdugos. ¿Hasta dónde llega la indignidad de los socialistas por los votos de proetarras?».

Falso. El PSOE sí censuró los insultos de un portavoz de EH Bildu en el Parlamento Vasco contra policías y guardias civiles a los que comparó con nazis. Idoia Mendía, secretaria general de los socialistas vascos, lo hizo ese mismo día desde esa misma tribuna, donde respaldó a las fuerzas de seguridad del Estado al tiempo que criticaba «a quienes les insultan».

En cuanto a la «humillante ley» de la que habla Casado –que se votó el mismo día cuando se produjeron esos insultos–, nada tiene que ver con «los votos proetarras» y tampoco está promovida o apoyada por EH Bildu. Se refiere a la ley de reconocimiento y reparación de víctimas de vulneraciones de derechos humanos en el contexto de la violencia de motivación política en la Comunidad Autónoma del País Vasco entre 1978 y 1999.

Esta ley, que en ningún caso niega el terrorismo etarra ni pretende equiparar víctimas con verdugos, aprueba indemnizaciones económicas, inferiores a las de las víctimas del terrorismo, para las personas que sufrieron abusos policiales en el País Vasco durante los años de ETA. La mayoría de estas víctimas son heridos o muertos en controles policiales y manifestaciones

La ley está vigente desde hace ya tres años y viene de un decreto de la época de Patxi López como Lehendakari. El Gobierno del PP presentó contra ella un recurso de inconstitucionalidad que interpuso Rajoy –y que redactó la abogada del Estado Macarena Olona, hoy candidata de Vox–. El Gobierno de Sánchez retiró ese recurso, pero exigió al PNV cambiar algunos aspectos de la ley. Hace unos días, el Parlamento Vasco aprobó esos cambios que pedía el Gobierno y la votación salió adelante con el apoyo del PNV y el PSE. EH Bildu no la respaldó y se abstuvo en la votación, al igual que Podemos. El PP votó en contra.

Pablo Casado: «Vamos a modificar el Código Penal para prohibir los homenajes a etarras que salen de prisión. No pueden ser recibidos como héroes en sus pueblos».

El delito de enaltecimiento del terrorismo ya está en el Código Penal.

Pablo Casado: «Ya tenemos al ministro del Interior, se lo ha pedido la semana pasado Pablo Iglesias; ya tenemos al ministro de Exteriores, el señor Puigdemont, ya tiene casa pagada en Waterloo; ya tenemos al ministro de Justicia, el señor Torra, y ahora también tenemos a otro ministro, al ministro Otegi».

Falso. Otegi, Torra y Puigdemont no van a ser ministros, por mucho que lo diga Pablo Casado o lo repita Ciudadanos en un cartel electoral. Y está por ver que el PSOE acuerde con Podemos un gobierno conjunto donde Iglesias sea ministro –o que ese ministro sea al final Albert Rivera–.

Pablo Casado: «Pedro Sánchez prefiere manos manchadas de sangre a manos pintadas de blanco».

Germán González López, Enrique Casas, Maite Torrano, Vicente Gajate Martín, Fernando Múgica Herzog, Fernando Buesa, Juan María Jáuregui, Ernest Lluch, Froilan Elespe, Joseba Pagazaurtundua Ruiz e Isaias Carrasco.

Todos ellos eran militantes del PSOE y fueron asesinados por ETA, una banda terrorista que afortunadamente es historia y hace casi diez años dejó de matar.

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