Las ONG esperan perder 148.000 trabajadores y 60.000 voluntarios por recortes en su financiación

Javier Ruiz | 03-04-2014 | http://vozpopuli.com/actualidad/41302-las-ong-esperan-perder-148-000-trabajadores-y-60-000-voluntarios-por-recortes-en-su-financiacion

Lo peor para las ONG todavía está por llegar. Las organizaciones no gubernamentales esperan perder 148.000 empleados y otros 60.000 voluntarios en los próximos dos años. Los recortes públicos, la crisis en las donaciones privadas y la falta de crédito estrangulan a las ONG

Un millón de pobres más y un 30% de ONG menos. Ese es el balance de lo que ha sido la crisis hasta ahora para las organizaciones no gubernamentales. Pero lo peor para ellas todavía está por llegar. Su previsión es que el recorte de presupuesto que están sufriendo sea de otro 20% en los próximos dos años y que sus plantillas mengüen en casi 250.000 personas perdiendo 148.000 empleados y otros 60.000 voluntarios. Ese recorte significa que las empresas del conocido como “tercer sector” (instituciones sin ánimo de lucro frente al sector público y el privado) perderán todavía un 16% de su plantilla en los próximos dos años y dejarán de atender a un número creciente de necesitados, sostienen en el “Estudio sobre el presente y futuro del Tercer Sector Social en un entorno de crisis” elaborado por PwC y la Fundación La Caixa.

Según ese análisis, las ONG habían evitado parte de los recortes porque las ayudas públicas oficiales que reciben son parte de “partidas plurianuales” que llegaban hasta 2012. Sin embargo, desde esa fecha, tanto el gobierno central como los autonómicos han cancelado partidas de ayuda o no han abonado dotaciones ya aprobadas. El resultado es algo que las ONG describen como una “caída de la financiación “dramática” que sólo sostienen los compromisos de pago de la UE y que irá a más hasta 2016.

«La financiación pública que tiene mayores opciones de mantenerse será la europea», sostienen las ONG. Ante ese escenario, el tercer sector cree que dejará de ser «perceptor» de fondos para convertirse en «agente activo en la búsqueda de financiación mayoritariamente privada» y que tendrá que destinar más personal a conseguir esa financiación y a gastos burocráticos, recortando, por tanto, la asistencia a los necesitados.

Recortes privados junto a los recortes públicos

La merma de la ayuda pública se está viendo empeorada también por una menguante ayuda privada que ha caído un 8% como consecuencia de la crisis y para la que auguran otra caída del 9% en los próximos dos años. Según las estimaciones de PwC, la población donante en España es de las más bajas de la Unión Europea. Menos de uno de cada 10 ciudadanos hace donaciones a una ONG frente al 12% de los griegos, uno de cada cuatro italianos o uno de cada tres británicos que sí contribuyen con donativos. En el caso español, más de la mitad de los ciudadanos (el 51%) asegura que es la “imposibilidad económica” la que les impide hacer donaciones.

También en el sector privado se buscarán donantes privados, pero la búsqueda de apoyo de ciudadanos cuesta -según la estimación de PwC- unos 150 euros por donante. Conseguir un nuevo donante implica que sólo empieza a aportar dinero neto a las ONG a partir de su décimo mes de donaciones, un margen que, en muchos casos, los ciudadanos no se pueden permitir. Un 24% de los ciudadanos dejan una ONG antes de un año de haberse inscrito en ella. Así pues, las nuevas altas tampoco aliviarán a corto plazo la situación del sector, concluye el informe.

Menos ayudas privadas y menos ayudas públicas terminan con un tercer elemento que complica el presente y el futuro de las organizaciones no gubernamentales: las dificultades de acceso al crédito. Las ONG denuncian que la banca les mantiene el grifo cerrado y que la «dificultad de cobro de fondos presupuestados» se estaba sorteando endeudándose a corto plazo y devolviendo el dinero después, cuando los gobiernos pagaban. Ahora, el crédito no llega y si lo hace es a intereses más caros lo que hace imposible, concluye su análisis, financiar cientos de programas.

Con esos tres grandes problemas, menos fondos públicos, menos donaciones privadas y menos crédito bancario, las ONG concluyen: no hay brotes verdes en su sector. Lo peor de la crisis para el voluntariado y las organizaciones sin ánimo de lucro está todavía por llegar.