Los exministros José Blanco y Ana Pastor desoyen a las víctimas y niegan tener responsabilidad en el accidente del Alvia

Jesús Domínguez, presidente de la Plataforma Víctimas del Alvia, acusa a ambos exministros de no estar con las víctimas, de engañarles y de mentirles y tacha de «antidemocrático» e «intolerable» que los afectados por el accidente tengan que comparecer en la comisión de investigación a puerta cerrada debido a un pacto entre el PP y el PSOE.

El exministro de Fomento José Blanco en la comisión de investigación del accidente ferroviario del Alvia en Angrois (Santiago de Compostela). (JUAN CARLOS HIDALGO | EFE)

El exministro de Fomento José Blanco en la comisión de investigación del accidente ferroviario del Alvia en Angrois (Santiago de Compostela). (JUAN CARLOS HIDALGO | EFE)

Día grande en la Comisión de investigación del accidente del Alvia en Santiago de Compostela —ocurrido el 24 de julio de 2013 y que se saldó con 80 fallecidos— con la comparecencia de José Blanco y Ana Pastor, los exministros de Fomento y responsables de la construcción de la línea y de su funcionamiento en el momento del accidente, respectivamente. Mientras los dos declaraban, las víctimas protagonizaban una concentración a la puerta del Congreso de los diputados.

El presidente de la Plataforma Víctimas del Alvia, Jesús Domínguez, pidió a los exministros de Fomento José Blanco y Ana Pastor que asuman las responsabilidades políticas, que no penales, tras el accidente de tren en Santiago de Compostela y les acusó de engañarles y mentirles.

En declaraciones a la prensa junto al Congreso de los Diputados  Domínguez al menos se mostró satisfecho de que «den la cara».

Domínguez acusó a Blanco de «vender» a todos los ciudadanos que la alta velocidad había llegado a Galicia con los sistemas de conducción automática en los trenes y la máxima seguridad, algo que, apuntó, tanto el accidente como los fallecidos en él siniestro demuestran que «era mentira» y que «mintió o le mintieron los presidentes de Renfe y Adif».

Con respecto a Ana Pastor, Domínguez indicó que aunque les prometió en sede parlamentaria que se haría una investigación independiente y se colaboraría con la justicia, los datos de los jueces y el informe «demoledor» de la Unión Europea subrayan que «no se colaboró con la justicia, no se le entregaron papeles, se negaron a declarar y la investigación que se hizo no era independiente».

De hecho, el portavoz de las víctimas que recientemente se ha abierto un nuevo procedimiento de infracción contra España por el incumplimiento de la normativa de seguridad ferroviaria y que tanto Blanco como Pastor eran los máximos responsables de que se implantaran esas directivas.

Por todo ello, consideró que Pastor no debe ocupar el tercer cargo más importante del Estado porque «ha hecho lo máximo para que no se sepan las verdaderas causas del accidente de Angrois», según indicó el presidente de la plataforma en una concentración a las puertas del Congreso.

Asimismo, acusó a ambos ministros, con los que se reunió, de no estar con las víctimas, de engañarles y de mentirles y ha tachado de «antidemocrático» e «intolerable» que las víctimas tengan que comparecer en la comisión de investigación a puerta cerrada debido a un pacto entre el PP y el PSOE.

Blanco defiende su inocencia

Mientras en el interior del Congreso, José Blanco se presentó muy preparado para defender su inocencia. Empezó y terminó su intervención apelando a cuestiones personales: «Todavía hoy estoy impresionado; yo también perdí a una persona muy cercana».

Después entró en harina: era «una línea de alta velocidad» —en contra de lo que dice el PP— y que, por lo tanto, no hizo publicidad engañosa cuando la inauguraron; negó que las prisas electorales influyeran en la construcción de la línea —que se inauguró nueve días antes de que terminara la legislatura—y afirmó rotundo que la «planificación de la línea era anterior» a su llegada al ministerio y que las modificaciones posteriores sólo tuvieron que ver con «la electrificación», lo que retrasó las obras.

En su defensa, además, Blanco que el tren entró en servicio seis meses después de que hubiera abandonado el ministerio y que él la dejó en «fase de homologación y prueba».

Subrayó que el tren estaba equipado con RTMS —el sistema de seguridad automático—, que no estaba en funcionamiento el día del accidente, a pesar de que hay muchas líneas de alta velocidad en España que solo tienen ASFA, un sistema de seguridad menos garantista, y que la legislación europea no hace obligatorio hasta 2030.

El exministro dijo también que «no hubo pacto de silencio»entre PP y PSOE tras el accidente y que él no habló por «prudencia», por no enredar con el debate político.

Blanco dijo que no ponía en duda el informe de la CIAF y que no cree que los funcionarios españoles sean peores que los europeos. «Un poco de patriotismo», reclamó.

En su larga comparecencia Blanco también tuvo un minuto para el maquinista, del que lamentó sus declaraciones en televisión declarando que no tenía cargo de conciencia. «Allá cada cuál con su conciencia», dijo sin rubor.

Pastor, «la pantera»

La exministra de Fomento, hoy presidenta del Congreso de los Diputados, declaró después de Blanco ante la comisión de investigación, mientras las víctimas seguían concentradas a la puerta del Congreso. La hoy Presidenta del Congreso negó todas las acusaciones que la señalan en este asunto como «una pantera», según sus propias palabras.

Afirmó que dio instrucciones concretas de entregar toda la información y de colaborar en todo lo posible con la Justicia. «Nunca hubo un oficio de un juez en mi mesa. Si alguien no lo cumplió mal hecho», zanjó sobre las denuncias judiciales de retrasos de más de tres años en la entrega de documentos por parte de ADIF y de RENFE.

Sobre la desconexión del sistema de seguridad RTMS, que podía haber impedido el accidente que se produjo durante su mandato, señaló que fue una decisión técnica y «ni puedo, ni debo dar mi opinión». «¿Usted cree que puedo señalar a alguien? Yo no soy el juez»., afirmó

«Respeto absoluto al informe de la ERA y de la CIAF», dijo Pastor marcando así su equidistancia con el informe de la Comisión Europea que critica duramente al Ejecutivo español y señaló que no depende ni dependió nunca de ella reabrir la investigación.

Pastor llegó a leer parte del informe de la Abogacía del estado que afirma que el Ministerio de Fomento no tiene esa competencia. Asimismo, se negó a comentar ninguna de las declaraciones de los comparecientes anteriores ni tampoco el hecho de que, pocos días después del accidente, el PP trató de negar que aquella era una línea de alta velocidad por motivos comerciales. «Yo estaba gestionando una emergencia, no veía la televisión, ni escuchaba la radio; no me metía en la camaW», llegó a decir emocionada. «Ojalá nunca le toque gestionar una tragedia como esa», llegó a decirle a la portavoz que le interpelaba.

Sobre la declaración en esta comisión del expresidente de la CIAF, Vicente Rallo, quien la acusó de no haber querido reabrir la investigación, Pastor se mostró tajante: «No lo voy a consentir». Recordemos que Rallo declaró textualmente ante los diputados: «Ya se lo dije a la ministra cuando la Unión Europea, la ERA, nos mandó este documento: si hay que hacer una investigación, se hace tabla rasa e iniciamos de nuevo la investigación. Me dijo: No, esto está ya acabado, presentado y liquidado. Pero a nosotros no nos habría parecido ninguna barbaridad».

Rallo, ese mismo día, publicó un comunicado negando su propia declaración. La presidenta del Congreso ha relatado lo mal que lo pasó aquel día por aquella declaración “inaudita” y concluyó: «Si alguien ha tapado a mí no me consta. Ése es un tema muy gordo».

Pastor  quiso terminar «apoyando que se vaya hasta el fondo en lo que ocurrió».

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