Los votantes de Cs se pasan a Vox: el mayor número de fugas va a la extrema derecha

  • Ciudadanos ha realizado un análisis de los resultados del 10-N. 1,5 millones de votos se fueron a la derecha: 800.000 al PP y 650.000 a Vox. En retrospectiva, desde 2016, su electorado se ha decantado, mayoritariamente, por la extrema derecha.

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Inés Arrimadas, Edmundo Bal y José María Espejo-Saavedra, de Ciudadanos - Óscar J.Barroso - Europa Press - Archivo

Inés Arrimadas, Edmundo Bal y José María Espejo-Saavedra, de Ciudadanos // Europa Press 

 

Ciudadanos obtuvo 1.637.540 votos el pasado 10 de noviembre. Los ‘naranjas’ perdieron más de 2 millones y medio de apoyos respecto a las elecciones de abril: pasaron de ser respaldados por un 15,86 % de los votantes a un 6,8%, 9 puntos de diferencia en apenas 6 meses. Tras la dimisión de su líder y único presidente, Albert Rivera, desde el partido se comprometieron a realizar un informe que detallara cuáles habían sido las transferencias de votos para ayudar a desgranar los motivos de su debacle: de 57 a 10 diputados.

Un mes después, fuentes de la actual dirección ‘naranja’ —presidida por una gestora con 16 miembros, 10 de los cuales estaban en la anterior Ejecutiva con Rivera—proporcionan algunas claves: 1,5 millones de votos se fueron al bloque de la derecha: 800.000 al PP y 650.000 a Vox. También el PSOE recibió exvotantes de los naranjas, aproximadamente unos 200.000. Y casi un millón de votos restante —900.000—se fueron a la abstención. Las citadas fuentes detallan, sin embargo, que no es el PP el partido que mejor ha canalizado el descontento de los exvotantes de Ciudadanos, sino Vox. Desde 2016, su electorado ha preferido, mayoritariamente a la extrema derecha sobre los ‘populares’.

En las elecciones generales de 2016, con Mariano Rajoy al frente del PP, la formación obtuvo 7.906.185 de votos —un 33,03 % del censo— y 137 escaños. Vox apenas logró el 0,2%, con 46.781 apoyos. Ciudadanos, por su parte, se hizo con 32 escaños y 3.123.769 votos, el 13,05%. Tras el 10N, los de Pablo Casado han logrado cinco millones de apoyos y Vox se ha coronado como tercera fuerza con más de tres millones y medio de votos. Un crecimiento exponencial si se compara con lo sucedido tres años atrás. La tesis que maneja Ciudadanos es que aunque hay cierto trasvase al PP —antiguos partidarios ‘populares’ que depositaron su confianza en Rivera— el grueso de sus exvotantes desde el año 2016 se ha decantado por Vox.

Desde Cs identifican el el voto a Vox como un «voto de castigo» contra el bipartidismo, que en 2015 y 2016 supo canalizar su formación

¿Cómo lo explican? Señalan que el partido que preside Santiago Abascal no es percibido por la sociedad civil como un partido de extrema derecha con falangistas y fascistas en sus filas. Subrayan que una «cuestión clave» para entender a los adversarios políticos es identificar cómo los ve la gente. Y justifican la transferencia aludiendo a que el voto a Vox es el «voto de castigo» al bipartidismo, especialmente al PP, que en 2015 y 2016 supo atraer Ciudadanos. Asimismo, opinan desde la dirección del partido que el discurso ‘antiestablisment’ les ha beneficiado, ya que Ciudadanos tiene una propuesta reformista pero siempre situándose en el marco de la Constitución.

Otro de los factores que creen que ha tenido peso es Catalunya. La sentencia del juicio del ‘procés’ salió en plena precampaña y provocó todo un terremoto político, social y judicial. El tribunal presidido por el magistrado Marchena imputó los delitos de malversación y sedición —no así el de rebelión— a los políticos y activistas que organizaron el referéndum del 1 de octubre, entre ellos el líder de Esquerra Republicana, Oriol Junqueras, que recibió la pena más dura con 13 años, lo que provocó manifestaciones y disturbios durante varias semanas en la región.

La formación ‘naranja’ fue octava y última fuerza en las elecciones generales de 10-N, ‘sorpassada’ por PP, Vox y también por la CUP, que se presentaba por primera vez. En las elecciones autonómicas de 2017 la ahora candidata a la presidencia de Ciudadanos, Inés Arrimadas, fue la más votada, consiguiendo más de un millón de votos y 36 diputados. La dirección cree durante la anterior campaña electoral se polarizó tanto el clima que los electores acabaron prefiriendo el «populismo de Vox», con medidas como ilegalizar a los partidos independentistas, a «alternativas enmarcadas en la legalidad».

Causas de la debacle: Cs en «la tormenta perfecta»

En la formación son francos y tachan de «debacle absoluta» el resultado de las urnas, pero no lo atribuyen a un único motivo. Es más —sostienen desde la gestora— «ojalá hubiera sido solo por una razón«. En el partido no ha habido una autocrítica más allá de las dimisiones de Rivera y su núcleo cercano que se haya trasladado a los medios públicamente, aunque sí en privado.

Las citadas fuentes creen que Ciudadanos se quedó en medio de la «tormenta perfecta» durante la anterior campaña electoral. «A los que querían que fuéramos más duros, no les gustó el ofrecimiento a Sánchez, otros pensaron que llegó demasiado tarde», reflexionan. Sin embargo, destacan que «no hubiera cambiado nada» si esta oferta hubiera llegado 10 días antes de la repetición electoral en lugar de 6: «Sánchez solo quería elecciones», aseguran.

Se lamentan de que haya calado en la opinión pública el mensaje de que Rivera podría haber sido vicepresidente tras el 10-N

Asimismo sostienen que los socialistas nunca les ofrecieron «ningún acuerdo» más allá de la abstención técnica que pedía a su formación y al PP. «Se está trasladando que Rivera hubiera podido ser vicepresidente y no es así», detallan. Se lamentan, sin embargo, de que haya calado en la opinión pública este mensaje. Admiten que Rivera no quería este acuerdo, pero tampoco Pedro Sánchez y que la ciudadanía castigó mayoritariamente a Ciudadanos, no así al PSOE, que ha seguido como fuerza más votada y «solo» ha perdido 3 escaños.

Tras estas semanas, los ‘naranjas’ no se atreven a aventurar qué influyó más en el resultado, pero encaran con positivismo el futuro. Destacan que Ciudadanos tiene que verse como un partido que «supera el bipartidismo» ya que «no arrastra las mochilas de corrupción del PP» y que, a diferencia de Vox, quiere cambiar el sistema «desde dentro». Opinan que el «espacio natural» de Cs es mayor a lo obtenido el pasado 10-N y aunque algunas encuestas les sitúen por debajo de ese resultado, se debe a la ‘resaca’ de las elecciones y al hecho de que todavía no tienen un nuevo líder. «A partir de marzo se reconducirá».


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