Pablo Casado recurre a ETA y Venezuela en la recta final de la campaña andaluza

  • El líder del PP vincula al PSOE con el terrorismo y alerta de un Gobierno «socialista-comunista» como el de Maduro si Díaz pacta con Adelante Andalucía
  • Casado centra su intensa agenda en Almería, Cádiz, Málaga y Sevilla, las provincias en las que Génova cree que puede movilizar a más votantes

Pablo Casado, este martes, en el invernadero de tomate cherry de Mujiverde, en El Ejido (Almería).

Pablo Casado, este martes, en el invernadero de tomate cherry de Mujiverde, en El Ejido (Almería)// PP

El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, ha decidido recurrir a dos de los tradicionales comodines de la derecha, ETA y Venezuela, como arma arrojadiza contra el PSOE y Unidos Podemos para intentar captar votos en la recta final de la campaña andaluza.

El líder del PP introduce la lucha antiterrorista y el temor a un gobierno de izquierdas en el debate público cuando su partido reconoce abiertamente que pelea por el electorado de derechas tanto con Ciudadanos como con Vox.

La idea fuerza con la que Casado busca votos para la candidatura que en Andalucía encabeza Juanma Moreno es la de tratar de situar al PP como la única formación capaz de desbancar a Susana Díaz de la Junta de Andalucía. En busca de ese voto útil el presidente de los populares alertaba este martes desde Almería de que «Ciudadanos pactará con Díaz como hizo hace tres años y medio y como hizo un poquito después en el pacto del abrazo entre Rivera y Sánchez», en alusión al acuerdo que alcanzaron Ciudadanos y el PSOE para investir al líder socialista como presidente del Gobierno, en 2016, pero que no logró los apoyos parlamentarios necesarios. El partido que en Andalucía dirige Juan Marín ha reiterado hasta la saciedad que no hará a Díaz presidenta.

«Podemos también pactará con Díaz haciendo un Gobierno comunista-socialista en Andalucía, que yo me imagino que no querrán los andaluces. ¿O es que a los andaluces les gusta lo que ha pasado en Venezuela?», se preguntaba Casado, que trataba así de vincular un posible acuerdo entre PSOE y Adelante Andalucía en la Junta andaluza con el régimen de Nicolás Maduro, argumentando que «los de Podemos fueron a asesorar a Venezuela cuando la economía venezolana iba bien». Desde la coalición que engloba a Podemos e IU también han recalcado que no harán a Díaz presidenta.

«¿O es que a los andaluces les gusta lo que está pasando en Madrid con Carmena, o en Barcelona con Colau o lo que está pasando con los gobiernos de Podemos en otros ayuntamientos? Me imagino que no», concluía Casado, que añadía que durante el debate entre los cuatro principales candidatos de las elecciones del 2 de diciembre que tuvo lugar el lunes en RTVE «la garantía de cambio fue Juanma Moreno recordando cómo gestionó como secretario de Estado o cómo gestionó como teniente alcalde de Málaga».

«Votar a Susana es votar a Otegi»

Otra de las principales consignas que Casado lleva defendiendo desde el inicio de la campaña andaluza es que votar a Susana Díaz es «votar a Otegi» y «a los batasunos». En la última semana antes de los comicios el líder del PP vuelve a retomar esa idea cuestionando la política del Gobierno respecto a la ya desaparecida ETA y poniendo en tela de juicio el compromiso de los socialistas con las víctimas del terrorismo, cuya defensa trata de atribuir exclusivamente al Partido Popular.

«En honor a las víctimas» dice Casado que surgía este martes la iniciativa de proponer la reforma de la ley penitenciaria para exigir a los presos de ETA que además de renegar de la violencia se comprometan a una «colaboración efectiva al esclarecimiento» de los crímenes de la banda. Ese deberá ser un requisito imprescindible para que los reclusos puedan cambiar de grado penitenciario. Además, Casado propone la reforma del Código Penal para que el delito de enaltecimiento del terrorismo «afecte a la convocatoria» de los actos en los que se produzca ese enaltecimiento.

Tratando de atribuir al Gobierno del PSOE una supuesta «cesión» a los terroristas, Casado ha denunciado que el Ejecutivo de Pedro Sánchez esté negociando la transferencia de la competencia de las cárceles al País Vasco en cumplimiento del Estatuto de Gernika. «Eso el PP no lo va a tolerar. Nos parece una gran irresponsabilidad que se ceda al País Vasco la posibilidad de que los presos etarras también sean tratados de forma diferencial», advertía el presidente popular.

«Los presos etarras tienen que cumplir con sus penas, tienen que pedir perdón a las víctimas y tienen que ayudar a exclarecer los más de 300 crímenes que siguen sin esclarecer de la banda criminal etarra», añadía Casado que recalcaba, además, que el PP va a estar «muy vigilante» sobre el Ejecutivo porque, a su juicio, Sánchez está poniendo en marcha «el fin de la dispersión de la política penitenciaria antiterrorista».

Un «Gobierno zombie»

«Esto es el fin de la dispersión de la política penitenciaria antiterrorista y el acercamiento al País Vasco, para ceder la transferencia de las cárceles y encontrarnos con lo que hemos visto con los presos independentistas con los presos etarras. Esto está pasando para ceder algo a Bildu en favor de un Gobierno zombie que no tiene oportunidad de seguir un mes más en la Moncloa», concluía.

La hora de votar se acerca en Andalucía y el líder del PP pretende culminar su intensa agenda con multitud de actos –seis cada día– en las provincias de Almería, Cádiz, Málaga y Sevilla. Son tres territorios en los que Génova cree que más votos puede movilizar, al ser las provincias en las que, según la dirección de los populares, hay tradicionalmente más abstención en las autonómicas por tratarse de zonas en las que están empadronados muchos ciudadanos que veranean en Andalucía pero que son de otros lugares de España. Los mensajes centrados en la política estatal, como los ataques a la izquierda utilizando a ETA y Venezuela, también van dirigidos a ellos.


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