Villarejo y el número dos de Fernández Díaz trataban personalmente operaciones ilegales

El juez de Tándem no ha investigado el tráfico de llamadas del móvil del comisario en fechas claves como en las que se fraguó la Operación Kitchen o Cataluña, pero en el sumario del caso Nicolás aparecen varias llamadas entre el actual diputado del PP Francisco Martínez y el policía encarcelado. Fuentes judiciales aseguran que entre ambos había una relación personal, con encuentros que podría estar grabados donde se trató de estos trabajos extra oficiales.

El comisario José Luis Olivera (der.) y Francisco Martínez, secretario de Estado de Interior con el ministro Fernández Díaz, en el acto de nombramiento del primero al frente del CITCO.

El comisario José Luis Olivera (der.) y Francisco Martínez, ex secretario de Estado de Interior con el ministro Fernández Díaz, en el acto de nombramiento del primero al frente del CITCO.

Entre la cúpula policial del ex ministro Jorge Fernández Díaz apodaron al ex secretario de Estado de Interior como Paco Bomba. «Recibir una llamada de Francisco Martínez era para echarse a temblar, porque con él se trataban directamente los temas más delicados», asegura a Público ex comisario principal de dicha cúpula. Lo que podía ser normal entre los comisarios generales, sin embargo no lo era entre otros escalafones más bajos en la jerarquía como era el caso de José Manuel Villarejo, que ocupaba un puesto de adjunto a la dirección general operativa (DAO), que encabezaba Eugenio Pino.

Pero la relación del policía encarcelado con el actual diputado del PP, que guarda silencio ante el cerco de procesos penales contra sus hombres en la Policía, dejó su rastro en el sumario del caso del pequeño Nicolás, donde la Unidad de Asuntos Internos investigó el tráfico de llamadas durante dos meses de los miembros de una presunta «organización criminal» que existía dentro de la Policía, como se va demostrando.

Sin embargo, el juez Diego de Egea, que abandonará este diciembre la causa Tándem después de un año de instrucción, no ha investigado el tráfico telefónico del comisario para ver hasta que punto sus mandos pudieron estar al tanto de sus actuaciones en la pieza abierta sobre la Operación Kitchen o en otros momentos trascendentales para la investigación.

Dos llamadas el día de la detención de Nicolás

Con la pequeña muestra del caso del pequeño Nicolás, los investigadores de Asuntos Internos sacaron en claro el interés que clientes, amigos y mandos del comisario Villarejo tenían el día de la detención del presunto estafador.

El día de la detención del pequeño Nicolás, cuya denuncia parte entre otros del propio Francisco Martínez, se producen dos llamadas entre él y el comisario.

El día de la detención del pequeño Nicolás, cuya denuncia parte entre otros del propio Francisco Martínez, se producen dos llamadas entre él y el comisario.

El primer cruce de llamadas se produce el mismo día de la detención de Francisco Nicolás, cuya denuncia partió entre otros estamentos del propio ex secretario de Estado. Por eso, aunque pudiera ser normal el interés, resultó extraño que al ser preguntado por el juez Arturo Zamarriego el comisario Villarejo justificara más de 20 minutos de conversación en dos llamadas alegando que informaba a Martínez sobre asuntos de «terrorismo yihadista». Esos temas se llevaban en la Comisaría General de Información, que dirigía Enrique Barón, y con la cual no consta oficialmente que Villarejo colaborara. En esa mima declaración dejó deslizar el comisario que la Policía había hecho operaciones ilegales en Cataluña, de las que ha intentado culpar el comisario de Asuntos Internos, Marcelino Martín Blas. 

La tarde de la detención del pequeño Nicolás, Villarejo también se comunicó varias veces con el empresario Adrián de la Joya, relacionado directamente con la finca con la que el pequeño Nicolás planeaba una operación con el Banco de Guinea Ecuatorial; con el consejero de Dragados vinculado a los acusados de blanqueo de capitales en la trama Gürtel, Manuel Delgado Solis; con el consejero de Atresmedia, Mauricio Casals; y con el comisario José Luis Olivera, director del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO) que desde su puesto tenía acceso a los movientos de asuntos internos en la causa.

Al tanto de la grabación ilegal al CNI y Asuntos Internos

Los investigadores también detectaron llamadas en días claves de la investigación, como cuando Eduardo Inda y Esteban Urreztieta quedaron con el pequeño Nicolás en el parque del Canal de Isabel II y la entregaron la grabación ilegal hecha al CNI y a los investigadores de Asuntos Internos que Villarejo, su mujer y un periodista del digital que tenía el matrimonio hicieron y por la que ya están acusados y a espera de juicio.

Las llamadas entre Villarejo y el ex secretario de estado también se producen también el día que Inda y Urreztieta se reúnen con Nicolás y le muestran la grabación ilegal al CNI y a Asuntos Internos que el comisario ha hecho para cerrar el caso.

Las llamadas entre Villarejo y el ex secretario de estado también se producen también el día que Inda y Urreztieta se reúnen con Nicolás y le muestran la grabación ilegal al CNI y a Asuntos Internos que el comisario ha hecho para cerrar el caso.

Estas llamadas se repiten el día 17 de noviembre, cuando se celebra la reunión entre los «infliltrados» de Villarejo, Inda y Urreztieta; y también el sábado 22, cuando «el secretario de Estado, Francisco Martínez, llama al comisario Villarejo cuando sale publicada en El Mundo la exclusiva de la entrevista de Francisco Nicolás, a pesar de ser sábado (día no laboral)», exponen los investigadores en sus informes.

Y es que las relaciones entre Martínez y Villarejo se extendían también a encuentros fuera del ámbito laboral, que podrían haber sido grabados por el comisario acusado de cohecho, blanqueo de capitales y organización criminal, según relatan fuentes policiales y judiciales a Público.

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