Al menos veinte empresas radicadas en España ofrecen servicios de alquiler de vientres al margen de la ley

La abogada y especialista en derechos humanos, Nuria González, denuncia la existencia de empresas en España, que convierten a las madres y a sus hijos en «mercancías», a precios de alrededor de 60.000 euros.

La abogada y defensora de los derechos humanos Nuria González acompañada por el escritor Carlos Quílez.

La abogada y defensora de los derechos humanos Nuria González acompañada por el escritor Carlos Quílez // Juan González / EFE

La abogada y especialista en derechos humanos Nuria González ha denunciado este lunes en la Semana Negra de Gijón que al menos veinte empresas radicadas en España ofrecen servicios de alquiler de vientres al margen de la ley, a precios de alrededor de 60.000 euros.

En la presentación de su libro Vientres de alquiler. La mala gente (Talento Femenino), González ha dicho que estas empresas figuran en el registro mercantil como constructoras o proveedoras de servicios de distinta clase, aunque «es muy fácil encontrarlas en Internet». Incluso, ha afirmado que, la web oficial de la Generalitat de Catalunya, tiene un enlace para «asesoramiento de maternidad subrogada», lo que, a su juicio, es un delito porque esta actividad «está prohibida» en España.

La autora ha pedido que haya un «debate social» serio y con datos sobre el alquiler de vientres, que ha considerado «la contracara de la prostitución», al convertir a las madres y a sus hijos en «mercancías» que se compran con dinero.

Las mujeres que alquilan sus vientres «son pobres», asegura Carlos Quílez

Al igual que en la prostitución, todas o casi todas las mujeres que engendran hijos para otras personas «son pobres», ha asegurado el escritor Carlos Quílez, que ha acompañado a González en la presentación del libro.

La autora ha dicho que «no se puede normalizar una actividad que constituye una flagrante violación a los derechos humanos» y que, «cambia el paradigma social convirtiendo a las personas que son sujetos de derecho en objetos de contrato mercantil». «A nadie se le ocurre pensar que una madre pueda regalar o vender a su hijo adolescente, pero sin embargo se permite que una madre pueda entregar a su hijo recién nacido a cambio de dinero», ha manifestado.

González ha explicado que estas empresas ofertan los servicios con catálogos en los cuales los clientes pueden escoger el color de pelo o de piel del bebe y dan garantías de devolución en caso de que el niño no sea sano.

Más información: El Gobierno prepara un proyecto para legislar en contra de las empresas de vientres de alquiler y su publicidad – EFE