Columnas de humo y vertidos en las playas del Parque Natural de la Albufera: los costes de un megapuerto que pretende duplicarse

La columna de humo procedente de un buque en el Puerto de València que investiga Capitanía Marítima.

La columna de humo procedente de un buque en el Puerto de València que investiga Capitanía Marítima

El Puerto de València es uno de los principales del Mediterráneo y europeos en movimiento de contenedores. Pese a todo, pretende adjudicar una concesión a la compañía TIL, filial de MSC, para duplicar su superficie mediante una nueva terminal de 134 hectáreas y, por tanto, su capacidad para mover y almacenar contenedores (hasta el inicio de la pandemia gestionaba del orden de 5 millones al año) e incrementar exponencialmente su actividad en cuanto a tráfico de buques y vehículos pesados. Y todo ello en plena Emergencia Climática, con una declaración de impacto ambiental del año 2007 basada en una ley de 1986 que ya no está en vigor y en un proyecto que se ha modificado sustancialmente.

Colectivos vecinales y ecologistas integrados en la Comissió Ciutat-Port, además de partidos como Compromís y Unides Podem, se oponen frontalmente a un proyecto que además han cuestionado tanto la Intervención como la Abogacía del Estado por presuntas irregularidades en la permuta de concesiones otorgada al naviero y consejero de la Autoridad Portuaria de València (APV), Vicente Boluda. Una permuta que también investiga el Tribunal de Cuentas.

Los costes ambientales que generaría la mega ampliación, sobre todo en materia de emisiones de humos por el incremento del tráfico marítimo y terrestre que supondría, y en materia de contaminación en las playas del Parque Natural de la Albufera, que vienen sufriendo una importante erosión como consecuencia de la falta de sedimentos y del efecto barrera causado por las diferentes ampliaciones portuarias, están detrás de la oposición de los mencionados colectivos y partidos.

Y es que, ya en la actualidad, diferentes asociaciones vecinales como la de Natzaret, La Punta o la de la Dehesa – El Saler vienen denunciando estos problemas que consideran que se multiplicarían exponencialmente con la ampliación.

Sin ir más lejos, los representantes de la primera entidad denunciaron la enorme columna de humo despedida en pasado sábado 24 de julio por el buque León, un episodio por el que Capitanía Marítima de València ya ha ordenado una inspección.

El organismo ya abrió un expediente sancionador el pasado mes de marzo por un hecho similar, también denunciado por el colectivo vecinal, al buque portacontenedores «Zim Tarragona» de bandera de Israel. La sanción podría alcanzar los 180.000 euros.

«La inspección», señaló entonces Capitanía, «puso de relieve dos deficiencias con relación al mantenimiento del buque y su equipo y, pese a que las muestras tomadas del combustible una vez analizadas demuestran que su contenido de azufre se encuentra por debajo de los límites del 0,10 admitidos, esta Capitanía Marítima ha considerado procedente la apertura del correspondiente expediente sancionador».

El mismo sábado 24 de julio, la asociación vecinal de la Dehesa – El Saler denunció la aparición de manchas negras, aparentemente restos de fuel, en la franja marítima de las playas del Parque Natural de la Albufera, una situación que según aseguran, suele repetirse, sobre todo después de los días de temporal, por la cantidad de buques que permanecen fondeados frente a las playas hasta que se les da permiso para acceder al Puerto de València. Sin ir más lejos, según denuncia I. M., vecina de El Saler, este martes 27 de julio había hasta ocho barcos fondeados.

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Ocho buques fondeados en las playas del Parque Natural de la Albufera este martes 27 de julio.

Una situación que no tendría mayor importancia sino fuera porque esas aguas en las que permanecen están frente a las playas de Pinedo y El Saler y, por tanto, frente a la Red Natura 2000 del Parque Natural de la Albufera, lo que les otorga una especial protección.

Fuentes consultadas por elDiario.es han comentado que en su momento el Puerto de València estableció dos zonas de fondeo, una al norte y otra al sur. Sin embargo, es la del sur, la que está frente a las mencionadas playas protegidas, la más utilizada por los buques, puesto que es donde está encarado el acceso a la bocana.

El Puerto de València recibió 6.851 buques el pasado año y 7.891 en 2019, un descenso derivado de la pandemia. Capitanía Marítima de València, dependiente de la Dirección General de la Marina Mercante, puso 17 sanciones en el año 2018 y 14 en 2019 a diferentes embarcaciones por contaminación por hidrocarburos.