¿Crisis económica capitalista o crisis civilizatoria?

Jorge Fonseca | 26-01-2014 | http://www.lamarea.com/2014/01/26/crisis-economica-capitalista-o-crisis-civilizatoria/

Sociedad de clases y violencia. La humanidad no surgió dividida entre propietarios y no propietarios. En millones de años de evolución, hace sólo unos miles que existen sociedades de clases, en las que una minoría se apropió con violencia de lo que es propiedad común y sojuzga al resto. El capitalismo es la última de esas sociedades.

La “era del bienestar”. En la posguerra, las luchas sociales y la competencia con países no capitalistas favorecieron el Estado de bienestar. Países de Europa y América reconocieron derechos laborales y crearon sistemas públicos educativos, sanitarios y de pensiones (que asumieron buena parte de los cuidados). Un ingreso indirecto para los trabajadores que, combinado con la mercantilización parcial del trabajo doméstico, facilitó la incorporación masiva de la mujer a la producción mercantil. Esto ayudó a moderar salarios individuales a cambio de aumentar ingresos familiares y demanda agregada, elevada también por el armamentismo permanente de la Guerra Fría y un modelo consumista y ecológicamente depredador, dominado por empresas transnacionales. El alto crecimiento permitió mejorar la distribución del ingreso y amortiguar el conflicto de clases, convirtiendo a los sindicatos en cogestores del capitalismo fordista.

Crisis y neoliberalismo. Al final de los sesenta, cayó la tasa de beneficios y la cuota de los más ricos en el ingreso total. Entonces los gobiernos capitalistas dieron masivos subsidios y créditos a las corporaciones y redujeron empleo y rentas salariales, provocando la crisis sistémica de los 70: fiscal (déficit), financiera (deuda), económica (recesión) y ecológica (recursos y medio ambiente). También  política, pues la democracia entró en grave crisis ante la respuesta popular a la ofensiva sobre salarios y derechos.

Al igual que el fascismo fue la respuesta del gran capital a las crisis de principios del siglo XX, la violencia neoliberal lo fue a la de los setenta: los regímenes terroristas de Pinochet, Videla y otros en América Latina fueron los pioneros del neoliberalismo que luego extendieron los regímenes autoritarios de Thatcher y Reagan, cómplices de las dictaduras genocidas. Su objetivo es elevar beneficios empresariales mediante una brutal reducción de salarios y derechos laborales, estatizar deuda privada, privatizar sanidad y educación para rebajar impuestos al capital y a la vez beneficiar a monopolios privados. La desregulación financiera multiplicó el dinero especulativo que domina la economía (financiarización) y la liberalización comercial facilitó la globalización mediante una deslocalización productiva a países asiáticos con condiciones laborales de semi-esclavitud, eliminando empleo en países con condiciones laborales dignas. Esto reduce la demanda de bienes y servicios e incentiva la especulación financiera, generando sucesivas burbujas. La última, hipotecaria, se pinchó en 2008 iniciando la larga crisis actual.

La “solución” capitalista  en España y Europa es la misma que en América Latina en los 70: estatización de la deuda privada, regresión social hasta que la rebaja salarial y la liquidación de servicios públicos permitan aumentar beneficios y rebaja de impuestos al capital al nivel del siglo XIX. La “solución” global capitalista a la crisis pasa por generalizar las condiciones laborales esclavistas de Asia oriental y el control neocolonial de materias primas de África y Asia. Todo ello llevando al límite la crisis social, ecológica y política, que es una crisis capitalista y de civilización.

La alternativa es una sociedad  basada en la preeminencia de los derechos humanos, sociales, políticos y ecológicos, exigiendo a China y a todas las transnacionales el cumplimiento de los mismos en vez de “achinar” el mundo. En lo económico, en vez de retribuir a los trabajadores lo más bajo que permita el alto desempleo, hacerlo en función del valor que crea su trabajo, única fuente de riqueza.

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Jorge Fonseca es catedrático EU de Economía Internacional y Desarrollo en la Universidad Complutense de Madrid, Director del Grupo de Investigación sobre Globalización, Desarrollo y Subdesarrollo, miembro del Grupo de Investigación Internacional Polarizing Trends in the World-Economy, coordinado por Immanuel Wallerstein (Universidad de Yale, USA). Miembro del Consejo Científico de ATTAC. Prepara un libro sobre la crisis capitalista y la desigualdad mundial.

 

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