El movimiento de jóvenes por el clima estalla en España con manifestaciones masivas para exigir medidas urgentes

  • 500 organizaciones respaldan marchas en todo el país que protagonizan niños y jóvenes pero a la que está llamada toda la ciudadanía. Se convoca en 150 países
  • «No hay planeta B», corean los manifestantes en Madrid, donde pasadas las 18.00 horas ha partido la protesta bajo el lema «Ante la emergencia, todas por el clima»
  • «Tenemos que empujar desde abajo porque los políticos no dan importancia al cambio climático», comentan Maria y Carlota, asistentes a la protesta de Barcelona

El movimiento de jóvenes por el clima ha cogido fuerza en España este viernes 27 de septiembre con la que se ha convertido en su convocatoria más multitudinaria desde que se gestó. Una semana después de la marcha que tuvo lugar en Nueva York encabezada con la activista sueca Greta Thunberg, nuestro país se ha sumado a otros 150 que han marchado para pedir medidas urgentes que frenen la emergencia climática. El epicentro ha estado en Madrid, con una manifestación que ha partido Atocha y ha llegado hasta la Puerta del Sol, pero otras 200 citas se han distribuido en todo el territorio. De Santander a Barcelona,de Murcia a Zaragoza.

Pasadas las 17.30 horas en la capital ya se agolpaban grupos de personas en los alrededores de la estación, y unos minutos después de las 18.00 arrancaba el paso para enfilar el madrileño Paseo del Prado. Varios miles de jóvenes y niños han coreado, entre otros, el lema que define ya a este movimiento: «No hay planeta B». El movimiento Fridays For Future (‘Viernes por el futuro’, en inglés) lo protagonizan niños, adolescentes y estudiantes –llamados también a la huelga durante la jornada–, pero está emplazada toda la ciudadanía, por lo que les han acompañado desde treintañeros hasta ancianos. Han acudido asimismo políticos de Unidas Podemos –Pablo Iglesias, Irene Montero o Alberto Garzón, con sus hijos–, de Más País –Íñigo Errejón o Marta Higueras– o del PSOE –Ángel Gabilondo–.

Daniela, de 12 años, ha asistido a la protesta en Madrid porque «tenemos que proteger este planeta de alguna forma». Ella pide «que haya más transporte público. Eléctrico, si es posible». Alma, de la misma edad, ha recordado a Greta Thunberg y ha querido enviarle un mensaje: «Gracias por darnos voz a todos los niños». Lucía tiene 15 años y cita uno de esos lemas que se escuchan en todas las manifestaciones. «Se dice que si el planeta fuera un banco ya lo habrían salvado. Que los políticos salven ese banco, que es la Tierra, por favor. Que se dejen de elecciones y piensen en el futuro, quiero tener un futuro y quiero que lo tengan mis hijos», ha clamado convencida.

Pancartas y carteles de cartón hechos a mano –muchos por los propios niños y niñas– reivindican que la emergencia climática sea una cuestión central. La anterior convocatoria multitudinaria de las organizadas en España durante el invierno y primavera pasados, antes del término del curso escolar, se celebró el 15 de marzo, el que fue llamado ’15M verde’.

Los jóvenes se movilizan a favor del clima en Madrid.

Los jóvenes se movilizan a favor del clima en Madrid // OLMO CALVO

Un movimiento «desde abajo»

«No, no, no a la contaminación» o «tu lucro me deja sin futuro» se escuchaba ya desde el inicio en la manifestación de Barcelona. Son miles los jóvenes que desde las 18.15 horas circulaban por el Passeig de Gràcia en la protesta a favor de la justicia climática.La mayoría de los asistentes, que han llenado los Jardinets de Gràcia, eran jóvenes estudiantes, pero también como en Madrid había familias enteras.

Maria, Philippe, Carlota y Cloe están en segundo de carrera y esta tarde se han manifestado para reclamar medidas concretas e inmediatas contra la contaminación. «Tenemos que empujar desde abajo porque los políticos no dan importancia al cambio climático», comentaban. Ambas son veganas y están profundamente concienciadas con el medio ambiente: no consumen plásticos de un solo uso y siempre usan el transporte público o coche compartido. Y si dentro de unos años deben comprarse un coche, será eléctrico.

«No solo vale manifestarse, hay que llevar a la práctica un cambio en el sistema, empezando por acabar con la violencia contra los animales», reivindicaban estas jóvenes. Su entorno familiar y algunos de sus amigos, explicaban, también están concienciados contra la contaminación y el uso excesivo de plásticos. «No se trata de que otro lo haga por ti, sino de empezar por tú mismo», zanjaba Carlota.

En Valencia, otra de las grandes ciudades con cita climática, la plaza de la Virgen se ha quedado pequeña para los manifestantes. «Si no actuamos hoy no habrá un mañana» o «que no cambie el mundo, que cambie el sistema» han sido algunos de sus gritos. En Bilbao, frente al Museo Guggenheim se han concentrado miles de personas para comenzar la marcha. Naroa, Izaro, Irune y Garazi, de 14 años, han llevado una pancarta en la que se leía el ‘how dare you’ que pronunció Greta Thunberg frente a la ONU y que dio la vuelta al mundo. «Tenemos derecho a un planeta limpio y nos lo están quitando. Los políticos hablan mucho pero no mueven ni un dedo, si no nos movilizamos no van a hacer nada», protestaba Naroa.

Manifestantes en la marcha contra el cambio climático del centro de Madrid.

Manifestantes en la marcha contra el cambio climático del centro de Madrid // OLMO CALVO

El mismo carácter juvenil y festivo, pero a la vez muy reivindicativo, imprimieron los asistentes a la marcha convocada en Murcia, que ha partido a las 18.00 de la Plaza de la Merced. «Ni un grado más, ni una especie menos» y «entérate, no hay planeta B» corearon en el recorrido hacia la plaza de la Fuensanta y la Gran Vía. «Lo que más me preocupa, además de a nivel ambiental, cómo el cambio climático va a acentuar las desigualdades sociales», destacaba Nuria Serrano, de 22 años.

En Andalucía, los jóvenes por el clima también se han movilizado. En Málaga la marcha de la tarde ha cerrado una semana repleta de actos de concienciación. «Ponen los acuerdos por escrito, pero no se respetan. Lo hago por él y por todos», asegura Mario López, con Rio en hombros y pancarta en mano.

Mario López y Rio, en la manifestación de Málaga.

Mario López y Rio, en la manifestación de Málaga // Néstor Cenizo

Santander, Zaragoza, Valladolid o Toledo son otras capitales en las que esta marea climática se ha convertido en multitudinaria. Unas 3.000 personas han recorrido el centro de la ciudad cántabra «en defensa del futuro, de un planeta vivo y de un mundo justo». Con carteles que rezaban que «hay más plástico que sentido común» o «los dinosaurios también pensaron que tenían tiempo» los jóvenes zaragozanos también han gritado que no quieren esperar ni un minuto más. En el centro de Valladolid, como en todos sitios, los había de todas las edades. Antonio, de 83 años, ha decidido salir «por mis cuatro hijos y por mis dos nietos». Y en Toledo, en medio de las reinvindicaciones mundiales ha habido tiempo para lo local: estuvo cargada de demandas para que se recupere la situación del Tajo, en contra de los vertidos de amianto en el barrio del Polígono y contra las macrogranjas.

Aunque las manifestaciones han sido convocadas por la tarde, muchas ciudades han acogido iniciativas también por la mañana y durante toda la semana en lo que se ha concebido como un periodo «de acción» en todo el mundo. En Albacete, por ejemplo, una protesta frente a la Subdelegación del Gobierno convocada a medio día ha querido reclamar que el «sistema actual en el que nos están hundiendo no es sostenible de ninguna manera». «Nuestro futuro está en marcha», concluían los asistentes.

La protesta en España ha sido convocada por Juventud por el Clima, 2020 Rebelión por el Clima, Alianza por el Clima y Alianza por la Emergencia Climática, y respaldan su manifiesto «en defensa del presente y el futuro» medio millar de organizaciones. En el texto, que se ha leído en Sol y en decenas de plazas, piden que la clase política actúe ya porque nos encontramos «al borde de un punto de no retorno», con «las medidas concretas necesarias para reducir rápidamente a cero neto las emisiones de gases de efecto invernadero, en línea con lo establecido por la ciencia y bajo criterios de justicia climática».

Una niña y una mujer en la manifestación convocada en Murcia contra el cambio climático.

Una niña y una mujer en la manifestación convocada en Murcia contra el cambio climático // Elisa Reche

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