El Parlamento Europeo concluye que la guardia de fronteras de la UE consiente violaciones de derechos fundamentales

El informe del grupo de trabajo de control de Frontex reprocha a la agencia no hacer lo suficiente para garantizar el respeto de los derechos humanos en las fronteras, pero evita pedir la dimisión de su director tras haber rechazado los grupos de la derecha las peticiones por parte de la izquierda de recopilar testimonios de víctimas

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Protesta contra Frontex en Canarias.

Protesta contra Frontex en Canarias.

Frontex no hace lo suficiente para que se respeten los derechos humanos en las fronteras europeas. Es más, Frontex, según el informe del grupo de trabajo del Parlamento Europeo presentado este jueves, mira a otro lado ante actuaciones de países como Hungría, Croacia o Grecia contrarias a los derechos fundamentales en relación con las personas migrantes. Aún más, Frontex, según los eurodiputados, se queda tan lejos de sus obligaciones que sigue teniendo vacantes una veintena de puestos de trabajo de supervisores de derechos humanos. Y eso que el informe se ha elaborado sin convocar a las sesiones de Bruselas a víctimas de las violaciones de derechos humanos denunciadas por investigaciones periodísticas y de organizaciones humanitarias: incluso la evaluación interna de la agencia demostró que había casos en los que había participado Frontex en los que no podía descartarse violaciones de derechos fundamentales.

Y, a pesar de eso, el informe, que ha contado con el apoyo general de los grupos en la comisión de Libertades Civiles, salvo The Left, no cita con nombres y apellidos al director de la agencia, cuya dimisión tampoco pide.

«El grupo no encontró pruebas concluyentes sobre la realización directa de devoluciones en caliente y / o expulsiones colectivas por parte de Frontex en los casos de incidentes graves», dicen las conclusiones del informe: » Sin embargo, la Agencia encontró pruebas que respaldan las denuncias de violaciones de los derechos fundamentales en los Estados miembros con los que tenía una operación conjunta, pero no abordó ni dio seguimiento a estas violaciones de manera rápida, vigilante y eficaz. Como resultado, Frontex no evitó estas violaciones ni redujo el riesgo de futuras violaciones de los derechos fundamentales».

El socialista español Javier Moreno ha afirmado que «el director de Frontex siente la presión», a raíz del informe presentado. «Estas investigaciones tratan de corregir fallos del pasado y a encarrilar a Frontex. Una de nuestras principales prioridades debe ser siempre salvar vidas en el mar, pero los esfuerzos desordenados y descoordinados de búsqueda y rescate han puesto en peligro la vida de las personas. Por eso, el grupo de control recomienda que Frontex, la Comisión y los Estados miembros se coordinen mejor y trabajen mano a mano para responder a las necesidades de búsqueda y salvamento».

«El informe encuentra enormes deficiencias en la capacidad de Frontex para cumplir con sus obligaciones de respetar los derechos fundamentales», afirma Moreno: «La demora en la contratación de observadores de derechos fundamentales es claramente un obstáculo importante para el trabajo de la agencia para garantizar el cumplimiento. La mala gestión de Frontex en este ámbito es una preocupación considerable para nuestro grupo, especialmente cuando el director Leggeri tiene los ojos puestos en la expansión del personal en otras partes de la organización».

La portavoz de Izquierda Unida en el Parlamento Europeo, Sira Rego, miembro también del grupo de escrutinio a Frontex, ha sido más crítica con las conclusiones del informe, que considera insuficiente. «No es extraño que el informe diga que no se han encontrado pruebas sobre la participación de Frontex en devoluciones en caliente: PPE, Renew y la extrema derecha no han permitido la comparecencia de víctimas de la actuación de Frontex en las fronteras y de las ONG que trabajan en el terreno. Los testimonios de los campos de detención griegos que visitamos la semana pasada no dejan dudas de que Frontex hace devoluciones en caliente y vulnera los derechos humanos».

«El informe es crítico con Leggeri, pero ni siquiera le nombra», destaca Rego: «Leggeri debe dimitir hoy. Es la única recomendación posible en estos momentos. Pero la dimisión de Leggeri no es suficiente. Hay un reconocimiento implícito de que Frontex vulnera los derechos humanos en nuestras fronteras y una Agencia de la UE que hace eso no puede seguir funcionando así. En cualquier caso, no se trata de pedirle a Frontex que se porte mejor. Frontex es una herramienta de las políticas migratorias de la UE. Es esto lo que debe cambiar, porque nuestras fronteras se han convertido en una zona de suspensión de los derechos humanos y del derecho a asilo. La única posición común sobre asilo que tiene la UE es el bloqueo. El bloqueo de cientos de miles de personas en campos de detención donde son maltratados a diario».

La presidenta del grupo de trabajo, la popular maltesa Roberta Metsola, ha reconocido: «No es un informe perfecto, no hemos podido examinar todos los aspectos, que tienen que ver con aspectos delicados sobre denuncias de violaciones de derechos fundamentales. El grupo no ha encontrado pruebas concretas de que se haya participado en devoluciones, pero sí de que Frontex debería haber actuado ante denuncias de violaciones de derechos. Tiene que haber garantía de protección de fronteras con respeto de derechos fundamentales. Hay que ser muy escrupulosos con estas personas».

La ponente del informe, la verde alemana Tineke Stirk, ha afirmado que desde hace años hay «denuncias de violaciones de derechos humanos, que van al alza, y el reglamento establece la obligación de Frontex en relación con el respeto de los derechos humanos. Una de las conclusiones del grupo de trabajo es que no ha protegido los derechos fundamentales, no ha prevenido este tipo de irregularidades».

Stirk ha reconocido que «no se han podido investigar las alegaciones, pero sí cómo ha reaccionado Frontex ante casos concretos. No ha habido pruebas de lo que ha hecho Frontex directamente en los casos de devoluciones en caliente, pero sí se han encontrado indicios de violaciones en Estados miembros en los que no hizo nada al respecto. Se fió de las negativas griegas, por ejemplo. No es suficiente ni mucho menos. La situación de los derechos fundamentales no se ha tenido suficientemente en cuenta».

Patryk Tomasz Jaki, polaco del ECR, el grupo de Vox, ha defendido el papel de Frontex en la sala: «Se usan muchos pretextos para denigrar y abolir la organización. No hay pruebas de que Frontex o su director hayan participado en acciones dudosas. Se habla poco de que Frontex cada vez funciona y trabaja mejor. Trabajan para la seguridad de la UE. Frontex es una organización necesaria y el director necesita más apoyo».

Documento — El informe del grupo de trabajo del Parlamento Europeo sobre Frontex