El plan xCuenca del Ministerio de Transporte supone el cierre de la línea ferroviaria que une Madrid con Valencia en la provincia de Cuenca para sustituirla por autobuses y conexiones con la Alta Velocidad, lo que anticipa el cierre total de la línea entre las dos capitales. Los pueblos afectados se han plantado contra la pérdida del servicio.
// (CC BY-SA)
La forma de presentar un proyecto puede inclinar la balanza de la opinión pública. La línea de tren convencional que une Valencia con Madrid, vía Cuenca y con toda una serie de paradas intermedias que dan servicio ferroviario a pueblos y ciudades, toca a su fin, o es lo que todo parece indicar y lo que temen los ayuntamientos afectados. Aunque no existe fecha concreta para el final de la línea que acumula décadas de desinversión y pérdida de trenes y servicios, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) sí ha dado a conocer lo que ha planteado como la iniciativa xCuenca.
Presentada como una “una nueva oferta de transporte para los ciudadanos de Cuenca”, según fuentes del Ministerio, el proyecto “persigue mejorar la eficiencia del sistema de transportes mediante una reorganización de los servicios del eje Madrid-Cuenca-Valencia”. En concreto, la idea del Mitma es usar la línea de Alta Velocidad Madrid-Cuenca-Albacete como eje de transporte “apoyada en un sistema de transporte por carretera que daría servicio a las diferentes poblaciones de la línea ferroviaria convencional”, usando la estación de Cuenca – Fernando Zóbel como centro de enlace con los trenes de Alta Velocidad. “Un proyecto integral que trata de dar la mejor solución de conectividad a los ciudadanos desde un punto de vista intermodal”, promociona el Ministerio.
Estocada final
En esencia, el proyecto xCuenca acaba con el tren convencional que lleva más de un siglo dando servicio a decenas de pueblos en toda la línea. Y esa decisión trae importantes consecuencias para las localidades que se integran en ella. En opinión de Tomás Lorenzo, alcalde de Santa Cruz de la Zarza (Toledo, 4.085 habitantes), “el desmantelamiento de la línea sería una tragedia para todos los pueblos porque la línea vertebra las comarcas con los pueblos más pequeños. Sería un daño irreparable”.
El daño que puede suponer la clausura de la línea lo conoce de primera mano Inma Alemany, alcaldesa de Camporrobles (Valencia, 1.204 habitantes). El temporal Filomena, en enero de 2021, provocó daños en la línea. Pero en vez de repararlo, el tramo sigue cerrado. “Tenemos una población envejecida que usa el tren para ir a Requena, al hospital, o a Valencia. También la gente joven del municipio usa el tren para pasar la semana en Valencia y luego hacer el retorno”.
La regidora relata cómo se llegaron a tirar viviendas para construir un pueblo abierto hacia la estación. “El tren de Camporrobles está en el adn de la población. Tienen en el adn ver pasar el tren, saber la hora. Vertebra los municipios y nos conecta con las capitales. Todo eso se ha perdido”.
Pueblos en acción
En el pueblo llevan tiempo concentrándose cada día 7 de mes frente a la estación, el último día que tuvieron tren, inspirándose en las movilizaciones contra el cierre de la investigación del accidente del Metro de Valencia en 2006. Exigen la vuelta del ferrocarril que llevan más de un siglo utilizando, así como su inclusión en las líneas de Cercanías de la capital del País Valencià.
Pero las de Camporrobles no son las únicas protestas que se plantean. La Coordinadora Estatal por el Tren Público, Social y Sostenible, junto a la Plataforma en Defensa del Ferrocarril Público y Social de Cuenca y varios ayuntamientos afectados por la clausura del servicio ferroviario, que se han unido en la plataforma Pueblos con el tren, han convocado, para empezar, protestas este sábado en la estación de Aranjuez y la Estación del Norte de Valencia.
“Hemos tenido que hacer estas convocatorias empujados por el Ministerio de Transporte, que ha lanzado un llamado proyecto ‘por Cuenca’ que entendemos que es un proyecto contra Cuenca”, indica el portavoz de la Coordinadora Estatal, José Luis Ordóñez.
La Coordinadora se opone “firmemente” al proyecto de cierre de la línea ferroviaria entre Aranjuez, Cuenca y Utiel y considera “la apuesta por la carretera y por el elitista tren de Alta Velocidad un atentado ecológico y social”.
Ordóñez denuncia que la línea que ahora se plantea cerrar lleva “décadas de falta de inversiones para su mejora y mantenimiento ante la dejadez de Adif, Renfe y el Ministerio de Transportes”. Considerándola una herramienta fundamental en la lucha contra la despoblación y una apuesta de futuro para incrementar el tráfico de mercancías entre el segundo puerto del país, Valencia, y la capital del Estado, Ordóñez remarca que “el freno a la despoblación se logra cuando los municipios se consolidan con servicios públicos, universales y de calidad, como debe ser el tren, lo que da una equivalencia al ámbito urbano y al rural”
Corredor Mediterráneo: todos los caminos llevan a Madrid – Lis Gaibar
“Al menos durante 40 años no han invertido en el mantenimiento de la línea y han ido reduciendo los servicios”, denuncia el alcalde de Santa Cruz de la Zarza. “Ese deterioro ha hecho que haya muchos menos usuarios, lógico si los servicios no son adecuados. Ese es el resultado y la coartada mejor para quienes quieren acabar con este transporte público, ecológico y sostenible”, añade.
Incongruencia poco verde
En una rueda de prensa organizada con el apoyo de Ecologistas en Acción, el portavoz de la Coordinadora Estatal ha incidido en la incongruencia que supone acabar con líneas de tren para sustituirlas con autobuses e infraestructuras y trenes menos eficientes, como es el AVE respecto al convencional modernizado, en la era de la lucha contra la crisis climática.
España vaciada El Gobierno acaba con la última esperanza para reabrir la Ruta de la Plata ferroviaria – Pablo Rivas
“El tren aporta el enfriamiento del planeta, cosa que no puede hacer la carretera, ni el avión, ni la Alta Velocidad. El impulso del tren en la UE hizo que el año pasado fuese declarado Año Europeo por el Ferrocarril, pero en España el Ministerio de Transporte no se ha enterado”, denuncia.
De hecho, Paco de los Cobos, portavoz de la Plataforma en Defensa del Ferrocarril Público y Social de Cuenca, indica que “los argumentos que se están manejando desde el Ministerio son propios del neoliberalismo salvaje, con criterios economicistas y justificando la descapitalización activa de los territorios, reduciendo la movilidad de toda la provincia de Cuenca”.
Tren El tren en Extremadura: diez años de promesas incumplidas por el bipartidismo – Francis Reina Corbacho
Por todo ello, desde las plataformas autonómicas en defensa del tren público y social de las cuatro provincias afectadas, además de los ayuntamientos que podrían ver o ya han visto irse al tren para siempre, advierten que se van a volcar contra el proyecto del Ministerio y por la vuelta de una línea convencional que consideran la mejor opción de movilidad para el territorio