La Agencia Tributaria nunca había regularizado la situación fiscal de tantas grandes empresas en el extranjero ni había obtenido tanto beneficio por ello: cerca de 15.000 millones de euros en 2021
«De las grandes compañías que facturan más de 1.000 millones de euros, tributan el 3%, esto no es un país justo. La democracia tiene que llegar a las empresas y a los impuestos”. Estas eran las palabras utilizadas por la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, durante el acto de lanzamiento del proceso de escucha con la sociedad civil en el centro de Madrid bajo su nuevo proyecto basado en la ciudadanía, conocido como “Sumar”. De esta manera, ponía el foco en una de las mayores problemáticas actuales: los millones de euros de grandes empresas españolas que se quedan en el extranjero.
Ya en el año 2019, más de una veintena de multinacionales españolas pagaron solo el 2,5% de impuestos por su beneficio de todo el año, según confirmaba un informe elaborado por la Agencia Tributaria (AEAT) que analizó la tributación de 124 multinacionales españolas por su negocio tanto en España como en el extranjero, mostrando cómo las mayores compañías del país tienen, en realidad, una pequeña cuota en el impuesto de Sociedades. Para ser más exactos, 23 multinacionales españolas pagaron menos de un 5% de impuestos sobre beneficios en 2019 –un 2,5% de media–. Estas empresas acumulaban en torno a un 20% de los ingresos del conjunto de los grupos analizados y el 17% de los beneficios. Así, por un beneficio de 13.000 millones pagaron algo más de 300 millones.
Cuando se alude al tipo efectivo que pagan las empresas por el impuesto de Sociedades en España –peso del impuesto sobre el total del beneficio–, suele argüirse que el de las multinacionales es más bajo porque no se contabilizan los impuestos que pagan fuera de España, pero este informe de la Agencia Tributaria evidenció que en realidad se trata de una excusa.
Nunca se había obtenido tanto rédito de las regularizaciones
Ahora, tres años más tarde, la Agencia Tributaria nunca había regularizado la situación fiscal de tantas grandes empresas multinacionales en el extranjero ni había obtenido tanto beneficio por ello. En solo un año se han llevado a cabo 1,8 millones de inspecciones –lo que supone un incremento de más del 10% respecto a 2020– sobre 112 compañías internacionales. Y destaca, de ese total, las 36.600 inspecciones que se han realizado sobre grandes empresas y patrimonios, abusos societarios y economía sumergida, con un incremento de más del 23%. A través de esta investigación, han aflorado 5.578 millones de euros sobre la tributación internacional de las grandes multinacionales, según ha anunciado el organismo.
La parte positiva es que estos ejercicios llevados a cabo por el organismo, han llegado a recaudar cerca de 15.000 millones de euros, un 17% más que en 2020. De esta cifra, 9.000 millones de euros son provenientes de ingresos directos, otros 5.000 millones por reducir devoluciones y otros 755 millones de euros por declaraciones fuera de plazo sin un requerimiento previo. Respecto a los grandes patrimonios, se han dado 1.165 actuaciones, un 57% más, con las que se ha liquidado 540 millones de euros de deuda y además, se han introducido nuevas herramientas para detectar a los falsos no residentes, es decir, personas que viven en España pero que tienen fijada su residencia fiscal en otros países de menor recaudación. En total, se han detectado 69 contribuyentes con los que se han liquidado 24,5 millones de euros por encontrarse “artificialmente localizados en una treintena de países”.
Otra trampa bastante común se basa en el uso irregular de sociedades para reducir la tributación por parte de los grandes patrimonios, por este motivo, algunas de las mayores inspecciones se han centrado en este ámbito, logrando detectar 2.800 viviendas residenciales de alto valor a nombre de 2.500 sociedades. “Se trata de actuaciones muy relevantes que, si bien no computan en los resultados de control, al no suponer ingreso ni minoración de devoluciones, resultan de una gran trascendencia para ensanchar bases imponibles futuras y elevar la recaudación”, destacaba la entidad.
Una vez más, estos datos reflejan la gran tarea pendiente y la necesidad de crear una reforma tributaria, puesto que España debe afrontar en algún futuro próximo su intento por acercarse a la presión fiscal en Europa. Actualmente, las estadísticas muestran que las grandes empresas son las que menos impuestos sobre beneficios pagan, llegando en algunos casos a pagar hasta una cuarta parte que las pymes.
