Las izquierdas acuerdan finalmente ir juntas a las elecciones andaluzas

La coalición con la que concurrirán el próximo 19 de junio se llamará Por Andalucía y la candidata será Inmaculada Nieto, de IU. Podemos, que se sumó en el último momento, no llegó a tiempo al registro.

https://agqcvcudno.cloudimg.io/v7/https://agqcvcudno.cloudimg.io/v7/https://www.lamarea.com/wp-content/uploads/2022/05/FR_65sPVcAM35gk.jpeg?w=660&org_if_sml=1

En el centro, Yolanda Díaz e Inmaculada Nieto.

Las negociaciones para una confluencia de izquierdas en Andalucía –avalada por la vicepresidenta Yolanda Díaz–, y con una ultraderecha en auge, han concluido in extremis con un acuerdo: la coalición con la que concurrirán el próximo 19 de junio se llamará Por Andalucía y la candidata será la propuesta por Izquierda Unida, Inmaculada Nieto. A la coalición se suman, por tanto, Podemos –que pedía que Juan Antonio Delgado fuera el candidato, y que no figuró en la foto en común que los miembros de los partidos se hicieron en la feria de Sevilla junto a la vicepresidenta–, Izquierda Unida, Mas País, Equo e Iniciativa del Pueblo Andaluz. Habrá que ver, no obstante, cómo se materializa en el caso de Podemos, dado que no ha llegado a tiempo al registro.

Como alternativa al PP y a la ultraderecha de VOX, hay dos papeletas más: la del PSOE, que afronta la nueva etapa sin Susana Díaz con el hasta hace poco alcalde de Sevilla Juan Espadas. Y la de Adelante Andalucía, cuya candidata, Teresa Rodríguez, ya anunció hace meses que iría en solitario.

Este es el escenario a las puertas de unas elecciones decisivas no solo para la comunidad sino para el futuro de la izquierda en España e incluso de la actual legislatura. Una falta de acuerdo entre Podemos e Izquierda Unida, ambos en el Gobierno, era algo que ni siquiera dentro de las propias izquierdas lograban entender.

En Twitter, durante los últimos días, se ha podido observar el enfado y la estupefacción ante la posibilidad –muy cercana– de un fracaso. «Si fracasa en Andalucía la unidad de izquierdas, con la división de los dos polos clave, Podemos e Izquierda Unida, realmente habremos fracasado todos. Nadie tendrá razón y no habrá discurso político para poder dirigirse a la gente. Será el principio del fin. O el final mismo», escribía Felipe Alcaraz, veterano dirigente comunista y exdiputado.

«No concibo la posibilidad de que Podemos e Izquierda Unida no vayan unidas a las elecciones andaluzas. Sería una enorme irresponsabilidad y una falta de respeto a los que llevamos años apoyándolos. Si eso ocurriera, yo votaría en blanco», escribía, por su parte, Rubén Sánchez, secretario general de Facua, y una de las personas que fueron tanteadas como candidato de ese denominado «frente amplio».

Aunque no es un frente tan amplio como el logrado por La Francia Insumisa de Mélenchon y el Partido Socialista, que concurrirán unidos el mismo 19 de junio en las legislativas francesas, el acuerdo final entre IU, Podemos, Más País, Equo e Iniciativa del Pueblo Andaluz merma, al menos, la sensación de «irresponsabilidad» que muchos de sus votantes veían en la deriva de las negociaciones, centradas en el reparto de cargos.