Las mujeres sólo han ocupado la quinta parte de las plazas del CGPJ en sus 40 años de historia

Las juezas apenas copan el 14,5% de los puestos en el Tribunal Supremo, y ni siquiera presiden una sola de sus salas. El 64% de quienes se incorporan a la carrera judicial son mujeres, pero aún hay una amplia mayoría de hombres en la cúpula del sistema judicial.

El rey Felipe VI acompañado por el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes, y los magistrados posan tras finalizar la solemne sesión de apertura del año judicial. EFE/Ángel Díaz

El rey Felipe VI acompañado por el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes, y los magistrados posan tras finalizar la solemne sesión de apertura del año judicial // EFE/Ángel Díaz

La escena se repite año tras año en la base de la pirámide, pero aún está muy lejos de replicarse en los más altos niveles del mundo de la judicatura. Como lleva ocurriendo desde 1998, la entrega de despachos a nuevos integrantes de la carrera judicial volvió a visibilizar esta misma semana que la mayoría de quienes toman posesión son mujeres; este año el porcentaje rondó el 64%, en 2017 el 70,8% de quienes accedieron a la carrera eran mujeres, y en 2011 este porcentaje rondaba el 74%.

Sin embargo, no hay una relación directamente proporcional entre estos números y los que se dan en las más altas esferas del órgano de gobierno de los jueces, pero tampoco en los puestos de máxima responsabilidad, a cuyos ocupantes sí elige el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

En sus casi 40 años de historia –desde 1980–, el Consejo ha contado con un total de 168 miembros, contando con las respectivas renovaciones y sustituciones, e incluyendo a sus presidentes y vicepresidentes. Nunca una mujer ha ostentado ninguno de estos cargos, y apenas el 17% de sus integrantes han sido mujeres, según datos del CGPJ recabados por Público.

Y, si el órgano que hoy preside en funciones Carlos Lesmes integra a 12 hombres y 9 mujeres, otros, como el que tuvo como vocal a la actual presidenta del Consejo de Estado y exvicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega (1990-1995) integraron en sus filas a una proporción mucho menor. En este Consejo sólo había cuatro mujeres, frente a 23 hombres, contando con los designados inicialmente y sus sustitutos durante el mandato. Además, por el órgano de gobierno de los jueces han pasado también juristas como la actual ministra de Defensa, Margarita Robles (2008-2013), y la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena (1996-2001), ambas como vocales. Y la situación ha mejorado notablemente en los últimos años: en su primera década de historia (1980-1990). sólo una mujer tomó asiento en el Consejo, frente a los más de 50 hombres que hicieron lo propio.

11 de 75 en el Supremo, y sin presidir ninguna sala

Con todo, el CGPJ se nutre de jueces y juristas de prestigio nombrados por el Parlamento, pero la desigualdad se da también entre las más altas instancias de la carrera, cuyos nombramientos sí controlan los propios magistrados. Según los datos del último Informe sobre la estructura de la carrera judicial, el 1 de enero de 2018 en España había 2.858 mujeres juezas, frente a 2.519 hombres; ellas son más del 53% del total, pero sólo copan un 27% de los cargos en la cúpula judicial.

En el Supremo sólo ocupan 11 puestos, frente a los 64 que ostentan sus compañeros hombres (ellas son apenas el 14,6% del total); no hay una sola presidenta de sala, ni tampoco hay una sola mujer entre los 13 integrantes de la Sala de Gobierno.

En la Audiencia Nacional, si bien la desproporción es algo menor (las mujeres ocupan el 38,5% de los puestos) son 25 frente a 40 compañeros hombres (ellos controlan el 61,5% del total de 65 asientos). También es un hombre quien ostenta la presidencia, y únicamente una mujer preside una de sus cuatro salas (Concepción Espejel, que llegó al frente de la Sala de lo Penal en 2017).

En la misma línea, la desigualdad se aprecia también en los Tribunales Superiores de Justicia y las Audiencias Provinciales: las juezas sólo presiden el 18% de las salas de los respectivos TSJ, y apenas el 16% de las Audiencias. Provinciales. Además, y aunque no forma parte del poder judicial, sólo hay dos mujeres entre los 12 integrantes del pleno del Tribunal Constitucional, que sí cuenta con una vicepresidenta (Encarnación Roca, la primera catedrática de Derecho Civil de España).

Por contra, las juezas copan el 72,7% del total de puestos en los juzgados de violencia sobre la mujer, donde se concentra un mayor número de mujeres en la carrera judicial.

La justificación del CGPJ

Por su parte, en el Consejo General del Poder Judicial reconocen que hoy por hoy sigue habiendo una gran diferencia entre el número de mujeres y hombres que se mueven en la parte superior de la pirámide judicial, si bien piden relativizar estas cifras. Fuentes del CGPJ insisten en que, sin negar que las mujeres aún lo tienen más difícil para llegar a las cúpulas en cualquier esfera laboral –“El mundo judicial es un fiel reflejo de la sociedad española, lamentan”–, también los tramos de edad son relevantes para comprender el funcionamiento de este ecosistema: “Cuanto más avanzamos en tramos de edad, mayor número de hombres hay”, explican.

A su vez, apuntan que siempre se hacen públicos los nombramientos, si bien no necesariamente se da a conocer el número de candidatos y candidatas a ocupar una determinada plaza, y en algunas ocasiones no hay mujeres entre quienes se postulan para ello. También alaban la gestión del actual Consejo, hoy en funciones, y recuerdan que, frente a las tres mujeres que designó para el TS su inmediato predecesor, durante el mandato de Lesmes este número se ha visto elevado a siete.

En total, las 2.858 juezas cuentan con una edad media de 47,6 años, lo que supone una diferencia de más de cinco años con sus 2.519 compañeros hombres, que rondan los 52,9 años de media.

Entre los miembros más jóvenes de la carrera judicial, las mujeres casi doblan en número a sus compañeros hombres: ocurre entre los tramos de edad de los 20 a 30 años (42 frente a 23); entre los 31 y los 40 años (305 juezas y 355 magistradas, frente a 159 jueces y 184 magistrados), y en el tramo de edad que va de los 41 a los 50 años (36 juezas y 1062 magistradas, frente a los 18 jueces y 596 magistrados). De hecho, entre los magistrados de más de 70 años sólo hay 2 mujeres, frente a sus 22 compañeros hombres.

Con todo, y como denuncian asociaciones como Jueces para la Democracia o Juezas de España, aún falta tiempo para corregir la situación de desigualdad a la que se ven sometidas las juezas y magistradas, que son mayoría en la base pero no en la cúspide de la pirámide. La misma estructura que se repite en tantas esferas laborales, como demuestran todos los datos.

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