Madrid, la primera comunidad autónoma en recortar en educación durante la pandemia

Subida de la ratio de alumnos por clase y supresión de aulas. Ese es el plan que tiene el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso para el próximo curso escolar.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, durante un acto en Madrid este pasado jueves // Juan Carlos Hidalgo / EFE

Subida de la ratio de alumnos por clase y supresión de aulas. Ese es el plan que tiene la Comunidad de Madrid para el próximo curso escolar. Una medida que no ha sido comunicada oficialmente, pero que ya ha aparecido publicada en los medios de comunicación después de que los directores de institutos detectaran en Raíces, el sistema informático de gestión que utiliza la Consejería de Educación madrileña, que había bajado el número de aulas previstas para el próximo curso y también el número de plazas escolares por cada aula.

La decisión del Ejecutivo madrileño supone volver a las ratios ordinarias marcadas por ley: los centros de Primaria volverán a contar con 25 alumnos por clase (en lugar de 20 actuales), los de Secundaria 30 (en lugar de 23) y los de Bachillerato 35 (en lugar de 23). Pero tiene otra derivada: menor contratación de profesores.

Y todo ello pese a que el pasado mes de octubre la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso expresó su intención de que la bajada de las ratios por aula fuera permanente.

«Todo apunta a que el plan que tiene Ayuso es recortar y privatizar. Nosotros hemos detectado dos fenómenos: por un lado, la supresión de aulas sobre todo en la zona sur de la Comunidad de Madrid para plazas infantiles, y por otro lado, la supresión efectiva de aulas por la subida de ratios en Secundaria. Estos recortes no son nominales, están pasando. Que nosotros sepamos, Madrid es la única comunidad autónoma que ha anunciado claramente que va a volver a la situación anterior a la pandemia», confirma a Público Isabel Galvín, secretaria de la Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras (CCOO) de Madrid.

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Un ejemplo concreto es lo que denuncia la Plataforma por la Escuela Pública en Aranjuez, donde la Comunidad de Madrid tiene previsto cerrar 110 aulas el curso que viene: «Esta reducción oculta un cierre preventivo que solo tiene como objetivo redirigir la oferta según los intereses de la Comunidad de Madrid y lleva además aparejado el despido de miles de profesores que siguen siendo necesarios».

Galvín señala que CCOO está preparando un mapa de los recortes de aulas en toda la Comunidad de Madrid para denunciar una situación que en estos tiempos de pandemia no es aceptable para el sindicato con más representación en el sector educativo madrileño. «Nuestra posición es que hay que mantener las bajadas de ratios y todo el cupo extraordinario de profesores que va vinculado a esa bajada. Además, planteamos que se recupere en Madrid el número de profesores que son necesarios para hacer frente a la pandemia, porque la covid está generando unas brechas de desigualdad enormes entre los alumnos».

La decisión de Madrid de recuperar la antigua ratio de alumnos por aula pone el foco en lo que harán el resto de las comunidades autónomas ahora que en casi todas se ha abierto el plazo de preinscripción para el próximo curso. Aparte de Madrid, solo Castilla-La Mancha se ha mostrado a favor de volver a a las ratios anteriores a la pandemia: el pasado 16 de diciembre la Consejería de Educación, Cultura y Deportes adoptó una resolución por la que se establecía la relación de alumnos por aula prevista para el curso 2021/2022.  Pero desde entonces el Gobierno castellano-manchego guarda silencio al respecto y su postura todavía puede variar.

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Otras comunidades autónomas parecen más proclives a mantener la situación actual, aunque ninguna se pronuncia con claridad, a la espera de saber el número definitivo de alumnos que habrá el próximo curso. La Comunitat Valenciana ha sido quizá la más clara al asegurar que pretende quedarse en una ratio de 20 alumnos por aula. En Catalunya, el conseller de Educación en funciones, Josep Bargalló anunciaba hace escasos días como generalizada una ratio de 22 alumnos en Primaria, pero no será en todos los centros. En Andalucía, donde también los sindicatos y varias asociaciones de padres y madres han denunciado recortes de aulas, la delegada de Educación en Sevilla aseguraba este pasado jueves que la Consejería de Educación andaluza mantendrá la ratio actual en Sevilla para el próximo curso, lo que permite aventurar que en el resto de Andalucía pasará lo mismo.

Paco García, secretario general de la Federación de Enseñanza de CCOO a nivel estatal cree que, en cualquier caso, aún es pronto para que los diferentes Gobiernos autonómicos tomen decisiones. «Me parecería precipitado. Hasta ahora, que yo sepa, sólo Madrid se ha pronunciado claramente. Creo que está justificado mantener los cupos de profesores y las ratios incluso en la hipótesis de que en septiembre la pandemia hubiera desaparecido. Ni siquiera ahora la situación es boyante. Pero más allá de eso, me parece muy arriesgado decretar ahora en marzo que en septiembre no van a hacer falta grupos burbuja, ni distancia social, ni medidas de higiene y actuar como si la pandemia no existiese. Me parece arriesgado e imprudente», enfatiza.

Faltan 31.000 profesores en toda España

El dirigente sindical denuncia que ni siquiera ahora, en este curso, se ha cumplido el ratio de 20 alumnos por aula recomendado por el Ministerio de Educación el pasado verano en muchas comunidades autónomas. Paco García lo achaca a una falta de profesores: «Para alcanzar esa ratio hacía falta contratar a 71.200 profesores, pero en este momento han contratado en torno a 40.000. Faltan unos 31.000 profesores, que es lo que garantizaría los grupos burbuja y la eficacia de las medidas sanitarias en los centros educativos. Ni siquiera nos acercamos al escenario ideal». En ese sentido, García anuncia «una campaña de agitación y movilización para que estos grupos y estas ratios se mantengan e incluso se mejoren».

Por eso, Paco García espera que ningún gobierno autonómico siga la senda de Madrid: «Lo que ocurre en Madrid es un despropósito. Si lo poco que hemos avanzado, lo quitamos, pues no vamos bien. Cuando empezó empezó la pandemia el Gobierno de Ayuso hizo como si no pasara nada: su intención era no gastar ni un céntimo en profesores ni en nada. Solo bajo la presión de la movilización y la amenaza huelga se logró que cambiara sus planes iniciales».

Para Galvín, la estrategia del Gobierno de Ayuso es cristalina: «Su plan es recortar la educación pública y blindar la concertada y la privada derivando dinero público y alumnado a los centros privados. Tiene instrumentos para eso: la Ley Maestra de Libertad de Elección Educativa que está ya en sus trámites finales. Con eso está hipotecando el futuro de la educación madrileña para los próximos años».

«Ahora hay elecciones. La campaña de Ayuso va a consistir en Comunismo o libertad para evitar hablar de la gestión y tapar el desastre en materia educativa y radicalizar aún más sus políticas que lo único que han traído a Madrid es desigualdad y desequilibrio», concluye Galvín a guisa de recordatorio.

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