El periodista de El Salto y de El Salmón Contracorriente Yago Álvarez estrena el documental ¿Quién ha hipotecado mi ayuntamiento? La historia de un municipio que podría ser el tuyo, un relato de la deuda que intenta explicar cómo las arcas públicas de muchos de los municipios del país han llegado a una situación de bancarrota
Yago Álvarez en la redacción de El Salto // Álvaro Minguito
El estudio en profundidad del caso de Jerez de la Frontera (Cádiz), uno de los tres municipios españoles más endeudados per cápita, sirve de arranque de un documental que pretende indagar en las causas y los efectos de la ruina de los ayuntamientos españoles. Una historia para no dormir donde “la opacidad y la corrupción en los gobiernos locales, junto a unas medidas austeritarias marcadas desde la Unión Europea y trasladadas de la mano del Partido Popular al ámbito municipal mediante la Ley Montoro”, han sobreendeudado a los municipios impidiendo que puedan funcionar y prestar servicios básicos para la población.
El documental, dirigido y guionizado por el periodista de El Salto y El Salmón Contracorriente Yago Álvarez, cuenta con la participación de actores municipales de toda la provincia de Cádiz, así como con expertos en el tema de la deuda, como el concejal de Ahora Madrid, Carlos Sánchez Mato, el concejal de Economía y Hacienda de Cádiz, David Navarro, y representantes de los dos municipios españoles con una mayor deuda per cápita en España, Jaén y Parla.
La edición y producción audiovisual del documental ha sido llevada a cabo por el realizador y fotógrafo Miguel Rey. El Grupo Provincial Ganemos Jerez ha sido el responsable de la producción.
¿Cuál es la situación de endeudamiento de los ayuntamientos españoles?
Si lo miramos en términos totales, el conjunto de los ayuntamientos debe unos 28.000 millones de euros. Que no es tanto dinero, si lo comparamos con los 22.000 millones que se inyectaron en Bankia o los 60.000 que se dan por perdidos del rescate de los bancos. Pero esa deuda tiene asfixiada a un gran número de ayuntamientos. Algunas ciudades, como pueden ser Parla, Jaén, Alcorcón, Jerez o Gandía, tienen una deuda que multiplica por cinco sus presupuestos anuales. Con semejante deuda, muchos de ellos han dejado de invertir, de contratar, de cubrir las necesidades básicas de la ciudadanía.
¿Cómo se ha llegado hasta aquí?
Existen muchos factores y es difícil señalar solo uno. El despotismo de muchas personas que se creían reyes por tener responsabilidades y manejar dinero público. La cultura política del “culo veo, culo quiero” que llevaba a que cualquier ciudad que quisiera “estar en el mapa”, como decía Rita Barbera, tuviera su Calatrava, su museo gigante, su ciudad de nosequé o su Expo. La opacidad de las administraciones públicas, sobre todo de la locales, ha sido la herramienta perfecta para esa gente. Se creían reyes porque nunca les pillaban. No les pillaban porque la gente no se enteraba de cómo funcionaba un ayuntamiento, ni nos hemos interesado. Ahí también hemos sido cómplices.
Llegado 2011, las leyes austeritarias de la UE y la Ley Montoro no han hecho más que hundir a muchos de los municipios
Pero llegado 2011, y esto es algo a lo que dedicamos gran parte del documental, las leyes austeritarias que venían marcadas desde Bruselas, trasladadas al ámbito local mediante las leyes de estabilidad presupuestaria, la Ley Montoro, no han hecho más que hundir a muchos de los municipios. No ha mejorado las finanzas municipales, no se ha ahorrado tanto dinero y los ayuntamientos que atravesaban serios problemas ahora están más hundidos.
¿Cuál es el papel de los partidos y las grandes empresas?
El papel del bipartidismo ha sido el de liberalizar absolutamente todo lo público. Y el de las empresas, sacar tajada de ello. Tras es el estallido de la burbuja inmobiliaria y el frenazo en la construcción pública de infraestructuras, las grandes constructoras necesitaban volver a ingresar dinero para no quebrar. Los bancos necesitaban un nuevo negocio financiero para hacer algo con el dinero barato que el Banco Central Europeo les estaba dando para reflotarlos y remontar el vuelo tras los rescates. La deuda de los ayuntamientos ha servido para rescatar a grandes constructoras y bancos.
Por un lado, las grandes constructoras se metieron de lleno el sector de los servicios públicos. ACS, de Florentino, con Urbaser o Clece, Ferrovial con Ferroser, Sacyr con Valoriza y dos o tres empresas más se reparten el gran pastel de los servicios públicos: limpieza de calles, recogida de basuras, servicios de limpieza de edificios públicos, jardinería, etc. Aqualia y un par más se reparten el negocio del agua.
El Plan de Pago a Proveedores (PPP), una medida de la Ley Montoro para que los ayuntamientos pagaran deudas con proveedores que tenían en los cajones fue la herramienta para rescatar a los bancos de nuevo
Los bancos también tuvieron su propio rescate. El Plan de Pago a Proveedores, una medida de la Ley Montoro para que los ayuntamientos pagaran deudas con proveedores que tenían en los cajones fue la herramienta para rescatar a los bancos de nuevo. Aquellas facturas en los cajones se pagaban mediante préstamos que daban esos bancos y que estaban avalados por el Ministerio de Hacienda. El BCE estaba dando el dinero en aquella época —2012 y 2013— al 0,25%. Pero los bancos le daban los préstamos a los ayuntamientos a tipos entre el 5% y el 6%, cuando eran préstamos sin riesgo, ya que Hacienda pagaba al banco si el ayuntamiento no podía hacer frente a una cuota. En la universidad me enseñaron que un préstamo tiene un tipo de interés en relación al riesgo que conlleva cobrarlo. Un préstamo sin riesgo a tipos de interés 20 veces mayor que el precio del dinero es una estafa. El Plan de Pago a Proveedores de Montoro fue un nuevo rescate a la banca encubierto y a costa de los ayuntamientos.
¿Hay posibilidades de buscar responsabilidades penales o por lo menos políticas que señalen a los responsables de haber endeudado a los ayuntamientos?
Claro que las hay. Hemos visto hace poco cómo Ana Botella y varias personas de su equipo han sido condenadas a pagar 25 millones de euros, aunque se han librado de responsabilidades penales. Se podrían hacer muchas cosas más y se podría mirar más atrás. Muchos alcaldes, concejales e incluso interventores de ayuntamientos acabarían en la cárcel. Pero creo que lo más interesante es que se señale al sistema, a la deuda como herramienta para allanar el camino liberalizador a las multinacionales y para que lo privado se haga con todo lo público.
La deuda es una herramienta para allanar el camino liberalizador a las multinacionales y para que lo privado se haga con todo lo público
¿Para qué sirve la Ley Montoro y por qué no se ha tumbado todavía?
La Ley Montoro es la traducción al ámbito municipal de las medidas de austeridad neoliberales que impuso la Troika a España al exigirle que cambiara el artículo 135 de la Constitución. La “senda del déficit” exigida a España es el techo de gasto de los municipios, las “reformas estructurales” son las privatizaciones y la imposibilidad de contratar por la tasa de reposición cero, el rescate a los bancos se hizo mediante el Plan de Pago a Proveedores de Montoro, la pérdida de soberanía del Estado español frente a las órdenes de Bruselas es la misma que la de un municipio cuando recibe una carta del Ministerio de Hacienda y es intervenida.
La Ley Montoro no se ha tumbado porque al PSOE solo le molestan este tipo de cosas cuando está en la oposición. Hace algo más de un año pedían su derogación
No se ha tumbado, por lo mismo de siempre: porque al PSOE solo le molestan este tipo de cosas cuando está en la oposición. Hace algo más de un año pedían su derogación. Algunos de sus alcaldes, como el presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias y alcalde de Vigo, Abel Caballero, se hacía fotos con Manuela Carmena pidiendo la derogación de la Ley Montoro. Hoy, con el PSOE en el Gobierno, Caballero ya no dice nada sobre el tema y Carmena se vanagloria de que ya son tan buenos pagadores que Hacienda les ha levantado el pie del cuello. Que se olviden del resto de municipios y no exijan la derogación de la Ley Montoro es bastante egoísta.
¿Qué se ha hecho de las llamadas ciudades del cambio para cambiar la situación de la deuda de los municipios?
Lo que han hecho es pagar deuda. Algo que a mí, como activista de la Plataforma Auditoría Ciudadana de la Deuda, me chirría. Estamos pagando deudas que sabemos que son abusivas, ilegítimas y, como ya se ha visto con los casos de Ana Botella y Gallardón en Madrid, son ilegales. Todos estos ayuntamientos del cambio llevaban en sus programas hacer una auditoría ciudadana de la deuda para determinar cómo se había llegado a las situaciones actuales. Salvo algunos proyectos interesantes centrados en algunos contratos en particular y las auditorías realizadas sobre la empresa de vivienda, que han facilitado la denuncia a Ana Botella, y la comisión que investigó la gestión de la M-30, no se ha hecho mucho más.
Si lo único de que se alegran los ayuntamientos del cambio es de ser buenos pagadores, pues apaga y vámonos
Se podría haber hecho más si esos ayuntamientos no hubieran dependido de socios de gobierno como el PSOE, como pasa en Madrid, Cádiz u Oviedo. También si hubiera una mayor determinación a la hora de desobedecer una ley injusta o de escarbar en la basura de nuestros propios ayuntamientos. Pero también falta algo clave: una mayor conciencia por parte de la ciudadanía sobre la deuda. El dogma de “las deudas se pagan” está metido a fuego en la sociedad y los contratos mercantiles y financieros están por encima de los derechos humanos. Hasta que no rompamos con eso, no podremos darle la vuelta a esta situación.
¿Se ha perdido la oportunidad de demostrar que se podía hacer una política diferente con la deuda?
Todavía no está perdida. Pero se ha hecho muy poco en estos cuatro años. Si encima de eso lo que escuchamos son ayuntamientos del cambio que de lo único que se alegran es de ser buenos pagadores y que se olvidan de los municipios que no lo son porque les es imposible, pues apaga y vámonos.
Ahora mismo la partida de los Presupuestos Generales del Estado dedicada al pago de intereses, y remarco que hablamos de intereses y no del capital de la deuda, es de 33.000 millones de euros
¿Qué hacemos con toda esta deuda?
La deuda del conjunto de los municipios es fácilmente pagable por el Gobierno central. Solo es un poco más de lo que inyectó en Bankia. Pero el total de la deuda pública española es claramente impagable. Ahora mismo seguimos aumentando la cifra de deuda total, aunque hayamos bajado unas décimas en relación al PIB, cuando estamos con los tipos de interés al mínimo histórico. Mario Draghi ya ha arrancado el fin del Quantitive Easing y dentro de unos meses subirá los tipos de interés, subirá la prima de riesgo, las refinanciaciones serán más caras…
Ahora mismo la partida de los Presupuestos Generales del Estado dedicada al pago de intereses, y remarco que hablamos de intereses y no del capital de la deuda, es de 33.000 millones de euros. Cuando suban los tipos de interés del euro el año que viene vendrán más recortes. La deuda del Estado español será totalmente impagable.
¿Qué tiene de particular Jerez de la Frontera y la historia de su deuda?
La historia de Jerez de la Frontera es parecida a lo que ha pasado en muchos otros municipios, pero el caso es que ahí se juntan todos los casos posibles. Empezando por una reconversión del sector vitivinícola que no tuvo apoyo por parte de otras administraciones, pero seguido de un alcalde, Pedro Pacheco, que estuvo 24 años en el poder.
El despotismo, la política de aparentar, del enchufismo de Pacheco y de las dos alcaldesas, del PP y del PSOE, que le siguieron luego han llevado a Jerez a tener una deuda de 1.000 millones de euros, casi cinco veces su presupuesto.
Cuando me propusieron que hiciera la investigación y dirigiera este documental, donde gran parte toma el ayuntamiento de Jerez como ejemplo, no pensaba que fuera a encontrar tantos factores que hayan sumado a la desastrosa historia económica del municipio. Lo que se llamó “la legislatura de los pactos”, la construcción del circuito de motos, el alocado enchufismo y un montón de cosas más que no os voy a contar, que no quiero haceros spoiler y prefiero que lo veais.
¿Quién es Pedro Pacheco y qué tiene que ver con todo esto?
La figura de Pacheco me ha llegado a fascinar. Es alguien que levanta pasiones y odios en las mismas personas. Muchas de las persona que entrevisté te hablan de lo malo, pero acaban diciendo cosas como “pero también hizo muchas cosas buenas” o cosas del estilo. Pasó de ser un alcalde progresista que, por ejemplo, fue de los primero en implantar una delegación de igualdad, de poner la bandera gay en el ayuntamiento, o que plantó cara a la burguesía jerezana, muy poderosa, como hizo en aquel caso que le hizo famoso en toda España en los 80 en el que le derrumbó un chalet a Bertín Osborne.
Pero tanto años en el poder emborrachan a cualquiera. Creó un ayuntamiento Estado que se aislaba de otras administraciones a base de tirar para adelante él solo con todos los gastos y grandes inversiones. Convirtió el ayuntamiento en su herramienta para mantener contentos a los poderes de la ciudad, como las hermandades, a base de enchufismo. Se le fue de las manos. Lo peor de esta historia es que las dos alcaldesas que vinieron después, la ahora diputada en el Congreso por el PP de Cádiz, Mª José García Pelayo, y la socialista Pilar Sánchez, cogieron los mismos ticks que Pacheco había desarrollado en 24 años en tan solo una legislatura.
¿Qué intereses políticos y económicos llevaron a esta deuda?
Los intereses políticos son más o menos lo que he explicado antes. Alcaldes que no quieren dejar la alcaldía y que la única manera que saben para retenerla es comprar voluntades a base de enchufismo, de inauguraciones y de despilfarros.
Los poderes políticos han utilizado la deuda como una herramienta para imponer el neoliberalismo en los municipios y, de ese modo, favorecer a las grandes multinacionales y al sector financiero
Pero en cuanto a los intereses económicos he visto algo muy claro, que ya sospechaba, realizando este documental. Durante el proceso he entrevistado a actores de la política de otros municipios con claros problemas de sobreendeudamiento, como al concejal de Economía y Hacienda de Cádiz, David Navarro, concejalas de los otros dos municipios más endeudados del Estado, Parla y Jaén, o al concejal de Ahora Madrid, Carlos Sánchez Mato, y las respuestas son todas muy parecidas: los poderes políticos han utilizado la deuda como una herramienta para imponer el neoliberalismo en los municipios y, de ese modo, favorecer a las grandes multinacionales y al sector financiero que se están quedando con todos los servicios públicos.