Montoro recorta en 3.000 efectivos la plantilla de la Agencia Tributaria durante la legislatura

El número de trabajadores de la Agencia ascendía a los 27.659 en los datos de ejecución de 2011. Y esta cifra desciende hasta los 24.689 en las cuentas de 2016, un 10,7% menos que al inicio de la legislatura.

El ministro Montoro ha reducido la plantilla de la Agencia Tributaria en 2.962 efectivos durante los cuatro años de mandato del Gobierno de Mariano Rajoy, según se desprende de los Presupuestos Generales del Estado. El número de trabajadores de la Agencia ascendía a los 27.659 en los datos de ejecución de 2011. Y esta cifra desciende hasta los 24.689 en las cuentas de 2016, un 10,7 por ciento menos que al inicio de la legislatura.

La no reposición de vacantes introducida en 2012 ha mermado el cuerpo de trabajadores de la administración tributaria. Desesperado por reconducir el déficit, el Ejecutivo de Rajoy aprobó entonces que sólo se sustituyese un 10% de los funcionarios que se jubilaban en los servicios esenciales. Y eso ha provocado poco a poco una reducción y un envejecimiento de toda la fuerza laboral de la Administración central. Pese al carácter estratégico de la Agencia a la hora de conseguir recursos para las arcas públicas, ésta tampoco se salvó de la quema.

Desesperado por reconducir el déficit, el Ejecutivo de Rajoy aprobó en 2012 que sólo se sustituyese un 10% de los funcionarios que se jubilaban en los servicios esenciales

Y las consecuencias se ven en los números. De hecho, la recaudación por la lucha contra el fraude apenas ha subido en unos 100 millones entre la 2011 y la ejecución prevista para 2015, unos 9.314 millones de euros frente a los 9.209 que obtuvo el Ejecutivo socialista en su último año después de haberla engordado en unos 3.000 millones de euros desde el 2009. Y para el ejercicio que viene el objetivo cifrado en los Presupuestos tan sólo se eleva en unos 100 millones de euros más, en concreto en los 9.407 millones a pesar de que en 2014 se embolsaron 11.484 millones.

Por su parte, tras introduccir algún concepto nuevo como las minoraciones de las deducciones logradas, Hacienda alega que en realidad la recaudación ha aumentado en unos 2.000 millones entre 2011 y 2014, desde los 10.463 millones a los 12.318 millones.

En cualquier caso y precisamente con el objetivo de reforzar estos números, el Gobierno ya aprobó para este año que se reemplazase el 50% de las jubilaciones en la Agencia Tributaria. Y el año que viene se repondrá el 100%. Sin embargo, se trata de unos procesos largos que toman tiempo hasta que esos opositores puedan examinarse, formarse e incorporarse.

Y esa demora quizás explique que los recursos destinados apenas crezcan en 2016. A pesar de la alegría con que se han vendido otros capítulos, la partida de los Presupuestos destinada a la Agencia tan sólo crece un 0,3% más y alcanza los 999,48 millones, tal y como se recoge en el Libro Amarillo de los PGE 2016.

No obstante, si se tiene en cuenta que los sueldos subirán un 1% y que suponen en torno a tres cuartas partes de los costes de la Agencia Tributaria, entonces en realidad se están recortando los recursos disponibles de nuevo en 2016.

Por su parte, Hacienda esgrime que una vez se tiene en cuenta el 5% de lo recaudado por lucha contra el fraude que se queda la Agencia, el montante total crece un 1,2% y se coloca en los 1.408 millones de euros. Y en términos homogeneizados en realidad ese incremento asciende al 1,6% al contemplar que algunos servicios de limpieza y seguridad se han centralizado y, por lo tanto, ya no los costea la Agencia.

Un empleado fiscal por cada 2.000 ciudadanos

La administración tributaria española es una de las más punteras en todo a lo que informatización se refiere. Pero en cambio cuenta con unas de las plantillas más pequeñas cuando se compara con otros países de la UE por número de habitantes. Publicadas por la OCDE y recogidas en el libro ¿Hacienda somos todos? de Francisco de la Torre, las ratios de empleados públicos dedicados a impuestos reflejan que en 2011 España registraba uno por cada 1.958 ciudadanos.

Sólo Italia exhibe unas cifras similares con uno por cada 1.849, aunque sus datos no incluyen todos sus recursos ya que los transalpinos disponen para lo mismo que hace la Agencia española de tres estructuras administrativas: recaudación, guardia de finanzas y aduanas, amén de un gasto muy superior.

En el caso de Francia se contempla la plantilla del catastro y la relación disminuye muy sustancialmente hasta los 942. En Reino Unido la cifra se sitúa también en los 929. En Alemania se dedican todavía más fondos y el parámetro baja a un trabajador por cada 740 ciudadanos.

Si bien Holanda es la que mejor número consigue con uno por cada 722. A juicio de inspectores y técnicos de Hacienda, se antoja esencial contar con más medios humanos y por lo tanto más presencia in situ para poder aflorar una economía sumergida que muchos estudios cifran en el entorno de los 200.000 millones de euros.

Dicho esto, por otra parte conviene recordar que Francia y Holanda han iniciado procesos de reorganización y reducción de sus plantillas. Y Reino Unido prevé aplicar la tijera de modo bastante sustancial al número de trabajadores dedicados a estos menesteres.