España y Portugal concretan la “excepcionalidad ibérica”: un tope de 30 euros el MWh para el gas hasta diciembre

El Gobierno español confirma que la propuesta para Bruselas incluirá un precio máximo de 30 euros el megavatio hora para el gas, el carbón y la cogeneración, una medida que reducirá de forma automática la factura eléctrica.

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Edificio de Naturgy en Madrid // David F. Sabadell

Una de las incógnitas sobre el alcance de las medidas del Gobierno frente el alza de los precios y la espiral inflacionista que ha colocado el IPC de marzo cerca del 10% ha sido desvelada. España y Portugal propondrán a la Comisión Europea que el precio de la electricidad vendida en el mercado mayorista para las plantas de gas, carbón y cogeneración tenga un tope de 30 euros el megavatio hora. Lo adelantaba el diario portugués Público y la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, lo confirmaba poco después. “Solo acaban de comenzar las negociaciones con la Comisión, pido paciencia”, dijo.

La medida, que estaría vigente hasta el 31 de diciembre de este año, tendría que ser aprobada por la Comisión Europea en un plazo de “tres o cuatro semanas”, afirmó Ribera, y está sujeta a la negociación con las autoridades europeas. El portavoz de la Comisión, Eric Mamer, declaró que Europa entiende “la situación de urgencia” y que el ejecutivo comunitario “evaluará la propuesta ibérica con la mayor diligencia”.

Según el documento al que ha tenido acceso el diario portugués, esos 30 euros representan el “precio normal para tiempos de precrisis”. La propuesta supondría desvincular de forma temporal el precio del gas —la energía más cara y desbocada por la crisis energética— del resto de energías, mucho más baratas. De esta forma, la escalada del precio del gas producido por la crisis energética y la guerra de Ucrania dejaría de arrastrar al resto de energías, que representan las tres cuartas partes de la generación eléctrica. Esta suspensión temporal del sistema de fijación de precios, que remunera a todas las energías con el precio de la más alta, supondría una rebaja inmediata en la factura de la luz. Algunos previsiones auguran que con la propuesta de España y Portugal el recibo de la luz podría caer drásticamente. Un tope de 30 euros en el precio del gas reduciría el precio final el mercado mayorista de los más de 280 euros el MWh que alcanzó en marzo a una horquilla entre 85-90 euros, según el Periódico de la Energía. Con respecto a los precios de hoy, la factura podría reducirse cerca del 50%.

Según la propuesta, las llamadas energías inframarginales, aquellas cuyas instalaciones ya están amortizadas como las nucleares, las hidroeléctricas o buena parte de las renovables, seguirán siendo las primeras en entrar en el mix energético, pero “recibirán la misma compensación” máxima de 30 euros el MWh. El resto de energía necesaria para cubrir el mercado eléctrico la aportarán las energías marginales —gas, carbón, cogeneración— y se les pagará, como al resto, un máximo de 30 euros el MWh, pero luego recibirán en una segunda ronda una compensación que cubra la diferencia entre este tope y el precio de mercado.

Para la ministra Ione Belarra, la cifra elegida determinará si esa “excepcionalidad ibérica” se llega a notar en los bolsillos de la población y de las empresas: “Poner un tope al precio del gas en 30 euros es la mejor noticia”

Con esta propuesta, la “excepcionalidad ibérica” va tomando forma. Después de meses de intenso trabajo diplomático, el Gobierno de Pedro Sánchez y el de António Costa están más cerca de conseguir un relajamiento temporal para el aumento del coste de la electricidad, que ha empujado los precios de la canasta familiar y ha comprometido el conjunto de la economía.

La cifra del tope para el gas y otras energías utilizadas en las instalaciones de ciclo combinado coincide con la demandada por la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, en unas declaraciones que fueron contestadas por la vicepresidenta económica, Nadia Calviño: “Me sorprende mucho que alguien tenga una opinión al respecto, la verdad. Es un trabajo que se está haciendo desde el punto de vista técnico para afinar los números”. Para Belarra, la cifra elegida determinará si esa “excepcionalidad ibérica” se llega a notar en los bolsillos de la población y las empresas: “Poner un tope al precio del gas en 30 euros es la mejor noticia. Esta es una propuesta que desde Podemos llevamos haciendo varios días. Supondría un tope que de verdad nos permitiría bajar la factura de la luz y afrontar de manera contundente la inflación”.

El anuncio llega cuando el recibo de la luz alcanza un nuevo récord, con una media de 177 euros, un 149% más que hace un año, según Facua. En febrero, el 40% de la inflación era achacable al aumento del precio de la electricidad y en marzo, a espera de los datos definitivos, se podría llegar a achacar un 50%, según Jorge Fabra, de Economistas Frente a la Crisis.

Para intentar evitar los recelos comunitarios, que temen sobre todo la “distorsión” en el mercado energético europeo por tener dentro de sus fronteras una energía más barata, la ministra Ribera habla de un sistema de “doble casación”. La propuesta conjunta incluye una doble subasta: la primera, tal como se venía haciendo hasta ahora, dirigida a la exportación a Francia; y otra, con el precio máximo, destinada al consumo interno.


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