Los pediatras de Atención Primaria huyen de Madrid

Hay 206 plazas vacantes de pediatría sin cubrir, un 22% de la plantilla. Los sanitarios explican que las condiciones de trabajo son muy precarias y los médicos no se quedan en la Comunidad de Madrid: solo cinco de 68 profesionales convocados a ocupar plazas de pediatría han elegido seguir en la región.

Miembros de la Marea Blanca se manifestaron el domingo 20 de junio en Callao para defender la Atención Primaria y la Sanidad Pública // Zipi – EFE

Cada vez más médicos huyen de las condiciones de trabajo que hay en Atención Primaria en la Comunidad de Madrid y la Consejería de Sanidad no hace nada para evitarlo. En pediatría la situación es gravísima: de las 68 personas que finalizaron la residencia y que podían optar a las 45 plazas ofertadas este año, solo cinco han elegido quedarse en la región. La situación se agrava porque, como ocurre con los médicos de familia, hay facultativos que abandonan. Así, mientras se produce este éxodo de pediatras, los profesionales que siguen sufren que no se cubran las bajas o excedencias de sus compañeros.

Es el caso de Jesús Martínez, médico que ha trabajado como pediatra durante 14 años. Hasta este año. Ha decidido abandonar su puesto de trabajo en Paracuellos de Jarama. En su centro de salud hay cinco plazas de pediatría pero, cuando se fue, una de sus compañeras estaba en excedencia, otra de baja por maternidad y otras dos con reducción de jornada. «Yo, al llevar mucho tiempo, tengo mi agenda contrastada. Son muchos pacientes pero puedes controlarlo. El problema surge cuando tengo que ver 20 pacientes que son míos y otros 30 que no son míos. Llega un momento en el que estás trabajando casi por cinco y no hay ningún agradecimiento. Es una sobrecarga enorme de trabajo que no se paga y hay centros que están mucho peor. Son muchos los compañeros que se están yendo por esto», explica a Público sobre los motivos que le han llevado a tomar la decisión de dejar su puesto, dejando su futuro en la sanidad en el aire.

La Asociación Madrileña de Pediatría de Atención Primaria (AMPap) ha denunciado la situación en varias ocasiones. «Llevamos más de 20 años advirtiendo y tratando de evitar la actual crisis de la Atención Primaria. El principal problemas es la falta de recursos humanos, principalmente médicos», advirtió la Junta Directiva de la organización en un reciente comunicado.

Desde que empezaron los recortes en Atención Primaria, la falta de profesionales se notó primero en pediatría. Aquí comenzaron los fallos porque en vez de reformular, se intentó solucionar el problema permitiendo que los médicos de familia se pudieran hacer cargo de consultas de pediatría. Profesionales con experiencia pero que no pueden acceder a las plazas buenas, como le ha pasado a Martínez, que durante los 14 años ha encadenado contratos. En la actualidad se calcula que en torno al 40% de las plazas de pediatría están ocupadas por médicos de familia y hay 206 plazas vacantes de pediatría sin cubrir, lo que supone un 22% de la plantilla, según los datos de la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (Amyts).

Por datos como este María Justicia, presidenta de Atención Primaria de Amyts, asegura que «si la medicina de familia está muerta, pediatría está remuerta». «Sigue existiendo porque hay médicos de familias que están ejerciendo como pediatras. Si los médicos de familia se retiraran, se extinguiría completamente», asegura a Público. No es la primera vez que el sindicato denuncia esta situación. El pasado mes de abril organizaron ‘La ruta del abandono de los centros de salud’ de Madrid, un acto en el que la pediatra Dora Bejarano afirmó que faltan en torno a 300 pediatras en toda la región y que 175.000 niños que no tienen un pediatra fijo asignado.

Justicia teme que lo peor llegue este verano. La portavoz recuerda que el 11 de mayo faltaban 174 pediatras, según los datos que dio la Consejería de Sanidad a los sindicatos en la Mesa Sectorial. «En un mes y diez días faltan 32 pediatras más en Atención Primaria. Al ritmo que vamos quedarán bastante menos cuando termine el verano», avisa. Todos las organizaciones  sanitarias, junto a profesionales y asociaciones vecinales, están protestando contra el plan de Isabel Díaz Ayuso que plantea cerrar centros de salud en el mes de verano. «Con las vacaciones, sin suplentes y con el déficit que ya hay puede que algunos centros se queden con el 30% o el 40% de la plantilla. Va a ser insostenible», insiste.

Las nuevas generaciones buscan otras salidas

La sobrecarga de trabajo se acumula así durante años, con unas plantillas cada vez más debilitadas, e impide, como dicen desde AMPap, «realizar un trabajo en unas condiciones dignas y de seguridad». «Esto a su vez desincentiva todavía más a las nuevas generaciones, que prefieren otras salidas laborales antes que buscar trabajo en los centros de salud», lamentan. En esta línea, Martínez pone el ejemplo que ha vivido más de cerca. Paracuellos está a unos 30 kilómetros de Azuqueca de Henares (Castilla-La Mancha). En Madrid ofrecen turnos de 14.00 horas a 21.00 horas y en Azuqueca contratos de dos años de turno de mañana.

Hay centros de salud sin pediatras

Muchos de los pediatras también optan por ir a hospitales, donde las condiciones laborales son mejores pese a que el nivel de trabajo también es intenso. «Es mucho más atractivo para los que salen del MIR, con un turno más o menos de mañana y con guardias. La otra opción es irte a otros país de Europa en los que se paga muchísimo más», lamenta el profesional.

La situación es tan grave que hay centros de salud sin pediatra. No hay datos oficiales actuales pero antes de la pandemia ya había un déficit que se ha agravado. En 2018 la Comunidad de Madrid reconoció que había 11 centros sin pediatras. Mientras que en los últimos meses se han movilizado los vecinos de San Fernando de Henares, a través de la Plataforma por la Defensa y la Mejora de la Sanidad Pública del Henares, porque desde el mes de abril no tienen pediatras y las familias se tienen que desplazas a centros de Coslada, a un servicio que tiene la mitad de las plazas de profesionales sin cubrir.

«Te aterra cometer un error por la presión»

Aunque lo peor de todo no son las condiciones de trabajo, es el miedo a la mala calidad en la atención a las pacientes. Martínez cree que la población muchas veces no tiene la sensación de que va tan mal y que, cuando se tiene, los que pueden recurren a la privada. «Los que sufren son los que no tienen capacidad de comprarse una póliza», añade.

Pero para el pediatra ha sido el miedo a cometer un error el mayor motivo que le ha llevado a abandonar: «Todo empeora. Los profesionales nos hemos investido de héroes. Si nos echan cuatro cupos más, los hacemos. Si trabajamos en precario, nos callamos. Y esto es parte del problema. Yo ya soy mayor y tengo todo hecho pero hay gente que no se puede enfrentar a una dirección por lo que aguantan. Con esto, al final se da buena calidad con un esfuerzo sobrehumano. Pero cuando llevas 30 niños vistos, con el 31 ya no sabes ni lo que estás diciendo y te aterra mucho más la posibilidad de cometer un error grave que la posibilidad de que te expedienten. Ese ha sido el motivo por el que lo he dejado. Cada vez puedo admitir menos que voy a cometer un error por la presión y por callar».


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